Después de tanta recomendación, por fin he visto la
primera temporada de
Friday Night Lights. Si
el primer episodio no me dijo nada del otro mundo como era previsible, una vez disfrutados sus 22 capítulos puedo decir que la serie me ha sorprendido, atrapado, encantado y me ha convertido
en un seguidor más de los Dillon Panthers, tal y como esperaba. Que fuera una serie de adolescentes obsesionados con el fútbol americano (deporte que nunca había llamado mi atención) siempre me supuso un lastre a la hora de darla una oportunidad. Curiosamente al final, ambos elementos se han terminado convirtiendo en dos de los principales motivos por los que recomendaría ver Friday Night Lights. Los partidos de los Panthers cuentan con una realización soberbia y los personajes que he tenido la fortuna de conocer en la serie, me han ido conquistando uno a uno hasta darme cuenta de que todos conformaban un "equipo" de auténtico lujo. Siempre es un placer toparse con una serie de clara temática adolescente pero adulta en su trasfondo. FNL tiene mucho más de lo que pueda parecer a simple vista y si es verdad que cuenta con algunos "peros" que puntualizar, es de esas series que da gusto comenzar para después poder recomendar.
Llega el momento de comentar en profundidad la primera temporada de FNL y para hacerlo cómodamente, tocaré algunos aspectos concretos de la trama. Por esto mismo, si aún no la has visto, te recomiendo que dejes de leer y que corras a apuntarla en tu lista negra de series pendientes.Si quiero hablar sobre Friday Night Lights, no puedo empezar por otro tema que no sean sus personajes, aunque sea simplemente porque no es habitual encontrarte con una serie que cuente con tantos y tan buenos como los que tiene esta. Quizás la única que me ha sobrado durante toda la temporada ha sido Tyra Collette (y su madre) pero llegando al final se nota que el personaje ha empezado a evolucionar rápidamente y por lo que tengo entendido, será para mejor (cosa de la que me alegro pues Adrianne Palicki cuenta con mi favor). Un caso similar al de Landry y Buddy Garrity aunque a estos simplemente les ha faltado tener más protagonismo en escena. Del resto nada que objetar y mucho que alabar, empezando por el motor de la serie, la familia Taylor. El Coach fue el primer personaje que me ganó para la causa (es grandísimo) aunque su mujer Tami no tardaría demasiado en conseguirlo. En cambio, Julie que fue la que menos protagonismo tuvo en los inicios, ha terminado convirtiéndose en una de mis favoritas al final. Los problemas y las charlas y/o discusiones familiares en casa de los Taylor, son sin duda uno de los puntos fuertes de Friday Night Lights. Y para rematar la temporada, nos avisan que la familia crece. Genial.
Poniendo ahora el punto de mira en las estrellas de los Dillon Panthers, los idolatrados jóvenes del pueblo, voy a empezar hablando de Matt Saracen (7), el cual tranquilamente se ha podido convertir en mi personaje favorito adolescente de la serie. La verdad que tiene todo para serlo, pues ser el eterno suplente como jugador y tan inocente como persona y en el amor, además de verle trabajando, estudiando y cuidando de su abuela, es todo un cóctel ganador. Luego está Tim Riggins (33), otro que desde el principio tiene muchas papeletas para convertirse en uno de los favoritos, pues su atormentada vida ahogada en el alcohol, en las peleas y en los líos con las mujeres, es la fórmula perfecta para fabricar a un gran personaje. Aparte de estos dos, están Smash (20) y Jason (6), los cuales al principio no me caían precisamente bien pero que al final terminé pillándoles el truco a ambos, sobre todo al primero y su egocentrismo. El personaje de Jason debido a su "incidente" y al estar en su silla de ruedas como al margen del resto, me impidió que simpatizará más con él hasta la recta final. Por último, queda mi animadora favorita, la adorable Lyla. Simplemente me encanta, con sus continuos berrinches y todo.
CLEAR EYES. FULL HEARTS. CAN'T LOSE! Que ganas tenía de poner esta gran frase por aquí. Es el emblema de los Dillon Panthers y por tanto, de Friday Night Lights. La verdad que todo lo relacionado con el fútbol americano me ha supuesto la mayor sorpresa en la serie. He terminado disfrutando los partidos como si fuera un hincha más (
Hut, hut, hut!) y llegando a echar de menos su presencia en alguno de esos capítulos con tinte de transición (especialmente tras pasar el ecuador de la temporada). Gracias sobre todo a su espectacularidad y a que en la mayoría de las ocasiones, solo ocupaban unos pocos minutos del respectivo capítulo para no terminar cansando al personal, sirviendo así de perfecta puntilla final. No puedo quedarme sin resaltar la increíble ambientación que rodea a cada encuentro y su excelente montaje. Como no paran de repetir prácticamente todos los personajes a lo largo de la temporada: "I love this game".
Una vez comentados los dos aspectos de los que quería hablar principalmente en relación a la virtudes de Friday Night Lights, ahora quiero comentar esos "peros" que han ensombrecido un poco la temporada y que en la recta final de la temporada han hecho que mi nivel de emoción con la serie bajara unos cuantos puntos (cuando normalmente tendría que haber sido justo al revés). Tienen que ver con lo previsible que me ha llegado a parecer todo en algunos momentos. Me gusta encontrarme con series que tengan una gran capacidad para sorprenderme y desde luego que en ocasiones esta no es una de las virtudes de FNL. Si mal no recuerdo, los Panthers no empezaron ganando ningún partido a lo largo de la temporada y justo cuando entrabamos en el último minuto del juego, siempre se ponían las pilas y terminaban ganando a la épica. Una cosa es que estemos antes una situación obvia (tener que ganar) y otra que tenga que terminar siendo tan repetitiva.
Contando con que el equipo llegaría a la final del estatal y que se lo terminaría llevando (no podía ser de otra forma), tampoco hacía falta que todos los partidos tuvieran la misma tónica. En este aspecto creo que podrían habéserlo trabajado mucho más porque al final terminé perdiendo un poco el interés y de esta forma, la finalísima me pareció mucho menos espectacular de lo que tenía que haber sido (esperaba más del duelo Vodoo vs. Panthers). Eso si, que la jugada ganadora tuviera como protagonistas a Smah, Riggins y Saracen me pareció todo un acierto merecedor de que lo destacase. En cambio, las semifinales me parecieron impresionantes, precisamente porque me dieron lo que pedía en ese aspecto y porque se jugaron a la épica en ese campo embarrizado en mitad de la nada y bajo el diluvio universal. Es recordarlo y todavía se me ponen los pelos como escarpias...
Go Panthers!.Otro "pero" por previsibilidad que he encontrado a lo largo de la temporada, está relacionado con algunas de las tramas adolescentes. Las series
teen suelen pecar mucho de ello y por mucho que FNL tenga un aroma mucho más maduro que otras series de su género, ha terminado apostando a lo seguro a la hora de juntar a sus parejas. Desde el principio se sabía más o menos con quien iba a acabar cada uno, que problemas tendrían y cuales serían capaces de solucionarlos y cuales no. Tampoco es una queja, pues realmente la serie no ha necesitado tirar de rebuscados giros de guión (defecto generalizado en las series de adolescentes) y ha pasado más o menos lo que yo quería que pasara... pero aún así tenía que remarcarlo por aquí. Ya que hablo del factor sorpresa, voy a tragarme mis palabras y voy a hacer una mención especial al final de temporada y esa marcha del Coach Taylor a la TMU de Austin que no he visto llegar por ningún lado. Volverá, por supuesto que volverá, pero con su marcha del equipo (y de Dillon) los responsables de la serie me han pillado totalmente desprevenido.
No le he dedicado el énfasis que se merece a la madurez de los temas que son tratados en esta primera temporada de Friday Night Ligths, pero decir rápidamente que me parece otro de los puntos fuertes con los que cuenta la serie. Ese reflejo de la sociedad americana que se preocupa más por un simple juego que por otros problemas de verdad y de mucha más envergadura, como puede ser por ejemplo, la guerra de Irak o el racismo, da un poco de vergüenza ajena. La verdad que FNL te consigue despertar muchos sentimientos debido al fanatismo que la gente de Dillon muestra por sus Panthers y sus jóvenes jugadores. Muchas veces ver a actores que superan en muchos años la edad del personaje al que interpretan (un clásico inconveniente de las series de adolescentes) nos puede hacer olvidar que realmente nos están contando la historia de unos chicos de instituto con un sueño que realmente termina convirtiéndose para ellos en una obsesión. En forma de rápida valoración, estoy muy satisfecho con los temas tratados en la serie y las tramas que estos han ido originando durante toda la temporada. Espero que siga así.
Como conclusión, pese a las puntualizaciones que he hecho quiero volver a destacar que la serie me ha conquistado, gracias a su calidad y a unos personajes que te ganan casi desde el mismo comienzo (en el tercer o cuarto capítulo ya andaba enganchado). Quizás la temporada ha sido un poco más extensa de lo que debería haber sido para haberme resultado aún más redonda pero parece que este problemilla se solventará en las siguientes entregas, cosa que estoy seguro que a la larga beneficiará al espectaculo y a la calidad del show. Solo me falta señalar que no voy a hacer pretemporada con FNL y ya he comenzado la segunda temporada. Que las luces del viernes noche sigan encendidas.
Hut, hut. hut!.