Que los ingleses saben hacer las cosas muy bien, es una lección que todos los que devoramos series hemos ido aprendiendo con el paso del tiempo. Por si todavía hubiera algún despistado o incrédulo, la BBC este verano lo ha vuelto a querer dejar claro con Luther, la última joya llegada desde tierras británicas. Cuando os comenté que había realizado la toma de contacto con la serie, ya dejé claro que sus tres primeros capítulos me habían encantado y que la cosa prometía muchísimo. Una vez vistos los tres restantes, es cuando puedo llegar y gritar a los cuatro vientos que tienes que ver Luther. No hay excusa, sus seis capítulos te durarán medio suspiro, y la experiencia que te garantizo, es de las que dejan huella. Siento inyectar semejante nivel de expectativas, pero no te la puedes perder y además creo que con ella, estoy apostando sobre seguro. Espera, ¿no sabes nada o prácticamente nada sobre esta serie? Pues empiezo desde el principio para intentar aclararte por qué Luther me ha "enamorado" y por qué se ha convertido en algo "personal" el recomendarla. Dos argumentos estos, muy relacionados curiosamente con algunos de los temas que aborda este, parafraseando a la propia BBC, psicológico oscuro drama criminal.

Luther se centra principalmente en la figura del detective que da nombre a la serie, John Luther. Tranquilos, este no es el clásico drama en el que todo se limita a ver como el policía da caza al asesino de turno, pues hay mucho más y todo digno de mencionarse. Contar con un fantástico personaje protagonista es importantísimo y Luther es de los que se come la pantalla con cada una de sus apariciones. Cada frase que sale por su boca, es una auténtica mina de oro. No me quiero desviar demasiado del tema con todo tipo de halagos hacia su persona, pero que conste, se los merece. Lo que diferencia a este detective de cualquier otro que te venga a la mente, es su trastornada personalidad, donde el trabajo (investigar asesinatos singulares, generalmente relacionados con asesinos en serie) y sus problema conyugales, le han convertido en un hombre que vive al límite... y no solo del de la ley. Además, los acontecimientos que suceden durante los 5 primeros minutos de la serie (un espectacular arranque), terminarán por desequilibrarle aún más. Esto hará que sólo unos pocos compañeros confíen en él, estando en el punto de mira de muchos otros, incluída su mujer, la cual terminará dándole la puntilla definitiva. En resumidas cuentas, John Luther es complejo, inteligente, desequlibrado, y para colmo, está interpretado magistralmente por un Idris Elba que si siempre será recordado por su papel de Stringer Bell en The Wire, además de por revolucionar la quinta temporada de The Office como Charles Miner, con Luther ha demostrado que puede tirar del carro en cualquier papel y de cualquier producción.

Como es normal, Luther no vive sólo de Luther, por mucho que valga la redundancia. Cuenta con su correspondiente séquito de secundarios, los cuales al principio te dejan la sensación de estar ahí más que nada como de apoyo a la trama principal, pero que al llegar al quinto capítulo (acuérdate de este...), comprendes que todos y cada uno de ellos tenían un rol que cumplir para que la primera temporada de esta serie fuera absolutamente redonda. Por supuesto, en este grupo de secundarios, no incluyo a la que me gustaría considerar como la coprotagonista de la historia, aunque al no aparecer por pantalla todo lo que me hubiera gustado, no la puedo etiquetar de esta forma. Me estoy refiriendo a Alice Morgan, el complemento y rival perfecto para la atormentada mente de Luther. Tampoco puedo hablar mucho de este psicótico y exquisito personaje si pretendo mantenerme firme en mi propósito de no desvelar nada relevante sobre la historia principal, por lo que me conformo con hacerla una mención especial, de la misma forma que se lo hago al trabajo llevado a cabo por Ruth Wilson, a la cual descubrí no hace mucho en la versión moderna de The Prisoner que estrenó en noviembre del año pasado el canal AMC. Si en aquella ocasión no me llamó la atención, aquí la actriz lo ha conseguido... y con creces. Ni que decir que de ahora en adelante la preveo un prometedor futuro por este mundillo.

Creo que está resultando evidente que desde mi punto de vista, los personajes en Luther, son la clave de todo, algo que por otra parte es casi condición indispensable para que una serie me termine conquistando. Me he querido centrar en John Luther y Alice Morgan por razones obvias, pero si todavía no has visto la serie, te aconsejo que no pierdas de vista a Zoe Luther, Mark North y/o a cualquiera de los miembros que luchan contra el crimen día tras día junto al protagonista. Lo digo más que nada porque puede que te lleves alguna que otra sorpresa (de las contundentes) con más de uno de ellos... y hasta aquí puedo escribir. Ahora bien, en Luther hay muchas más cosas que remarcar. Empezando por algo que me parece muy importante a la hora de conseguir que te animes a darla una oportunidad y es el hecho de que la serie no es el clásico drama procedimental donde en prácticamente todos los capítulos vas a tener que tragarte la caza del asesino en serie de turno. En parte sí que lo harás, pero te aseguro que el tiempo dedicado a este tema en cada capítulo se compenetra a la perfeccion con el reservado a la trama principal, la cual me veo incapaz de definir en una simple frase, por lo que te puedes hacer una idea del porqué no la he citado todavía. Además, en relación a los casos, decir que estos son entretenidos, divertidos, y sobre todo, originales. Es lo que tiene invitar a la "fiesta" a toda una legión de asesinos en serie, los cuales supondrán todo un reto para la retorcida mente del protagonista de la obra. En serio, la imagen que Luther muestra de los ingleses, es como para pensarse dos veces lo de hacer un viajecito a Londres.

He hablado de prácticamente todo lo que tenía en mente, a excepción de los temas fundamentales que se abordan en esta serie. Si quieres saber sobre qué trata Luther, te diría que sobre el amor, pero del complicado, de ese que hace que te retuerzas de dolor y que te termina llevando por el camino de la locura, nunca mejor dicho. Luther afronta sin complejos lo que es la vida ( y la muerte), lo que es importante para el ser humano (empezando por sus necesidades más básicas y personales), lo que nos diferencia a unos de los otros, y lo que es más importante, sobre las razones que nos llevan a pecar (hasta el extremo más absoluto). Esta serie es una verdadera joya, de la cual no me ha resultado nada sencillo transmitir parte de lo que ella consigue en tan solo seis capítulos, y por eso mismo no me cansaré de recomendarla hasta que lo consiga. La tildaría de obra maestra (como así hizo hace tiempo el propio Hernán Casciari en esta fabulosa entrada), pero para eso, debería estar renovada por una merecida segunda temporada (la escena final aviso que deja satisfecho, pero a la vez te dejará con ganas de muchísimo más). Un anuncio que todavía nos tocará esperar a que llegue desde la BBC. Los ingleses pueden estar caracterizándose por hacer las cosas muy bien en los últimos tiempos, pero no concederle un segundo año a Luther, sería imperdonable. De todas maneras, en el peor de los casos, si no consiguiera la preciada renovación, la condición de "miniserie" de culto ya no se la quita nadie.


En Luther, hasta el opening, es una maravilla. Su tema: Massive Attack - Paradise Circus.