Misfits, seguramente sea una de las series de las que más se está hablando por estas tierras seriéfilas desde hace aproximadamente un año, es decir, desde el momento en el que finalizó
su primera temporada. Deben ser pocos los que todavía se resisten a los muchos encantos de este grupo de jóvenes británicos condenados a realizar servicios comunitarios, y a los que un día, una misteriosa tormenta les cambió la vida para hacer un poco más divertida la nuestra.
La segunda temporada de Misfits acaba de llegar a su fin y esto significa que me quedo sin una de mis actuales series favoritas hasta noviembre del año que viene (que se dice pronto), cuando presumiblemente se estrenará
la confirmada tercera entrega. Después de estos siete episodios, Misfits ha subido tantos puestos en mi ranking personal, que ahora y siempre que puedo,
doy 10 razones o las que hagan falta para que los indecisos y los desconocedores de la existencia de esta serie, se animen a darla una merecida oportunidad. Son muchas las cosas que quiero comentar sobre el segundo año de los "ASBO 5", por lo que directamente me pongo el mono naranja de faena.
¿Todavía no sabes quién es el misterio enmascarado y cuál ha sido el cliffhanger final de temporada? Entonces será mejor que no sigas leyendo a partir de aquí. ¡Spoilers!Desprendida del factor novedad que beneficiosamente la acompañó durante toda su primera temporada, uno de los objetivos que tenía que cumplir Misfits en su segundo año, era precisamente el demostrar que su éxito no se debió a simples casualidades del azar, sino a un meritorio trabajo bien hecho. Una vez vistos los 6 episodios regulares de la segunda temporada, más ese séptimo camuflado en forma de especial navideño, puedo decir con la boca bien abierta que Misfits con su segunda campaña, se ha consagrado y merece formar parte del selecto grupo de las mejores series de la actualidad, o al menos, el de mis favoritas. Pese a demostrar en todo momento una desbordante originalidad (tanto cómica como dramática) y conseguir hacerlo pasar en grande, la segunda temporada no ha evitado que la caiga una leve y moderada lluvia de palos por pecar y abusar en muchas ocasiones de una falta de sutileza a la hora de tratar ciertos asuntos y por ventilarse determinadas tramas de forma algo precipitada. Dado que el empleo de estos atajos o licencias (prefiero considerarlos de esta forma) está dando mucho de que hablar (de mayor a menos medida en
Basura & TV,
Diamantes en Serie,
Yorchseries y
Series a la Parrilla), prefiero empezar exponiendo mi opinión sobre el asunto para después centrarme en el verdadero turrón.
Empiezo comentando el sorprendente descubrimiento del misterioso enmascarado, el cual no era otro que un Simon llegado del futuro (reconozco que no lo vi venir...), el cual no tenía nada que ver con el Barry que hasta ahora habíamos visto. Dado que en su primera aparición al final de la temporada anterior, ni siquiera llevaba su famosa vestimenta, es bastante posible que ni el propio Howard Overman (el creador de la serie) supiera quién iba a ser finalmente. ¿De verdad esto es criticable? En cuanto a las inevitables consecuencias que conlleva incluir los viajes en el tiempo en una serie de estas características (la debacle de
Heroes empezó por realizar algo parecido), Misfits ha sabido solventarlas todas ellas con maestría. Es más, hasta ahora, creo que no se ha producido ninguna molesta paradoja temporal, y todo para lo que ha servido la incursión de esta trama (tampoco es que se la haya jugado mucho al respecto), ha tenido efectos positivos. De primeras, ha impregnando la historia de un conveniente misticismo, ha convertido a un personaje simple y prescindible como era el de Alisha, en una versión mejorada del mismo repleto de matices y de interés, y por último, ha conseguido que Simon sea el único que pueda hacer algo de sombra a Nathan a la hora de ganar el título de mejor personaje de Misfits. Es verdad que la participación de este Simon del futuro se la han ventilado demasiado rápido, pero esto a su vez lo considero un acierto, dado que había cumplido con su objetivo en la serie y ahora lo que toca no es otra cosa que presenciar como el Simon del presente termina conviertiéndose en su versión mejorada.
En cuanto al resto de las "licencias" tomadas por la serie y que también dan para hablar lo suyo, mentiría si dijera que no me chocaron muchísimo escenas como en la que Simon derrota al tatuador lanzándole un cacahuete (WTF) en el 2x03 o en la que descubrimos que Bruno en realidad era un gorila (por mucho homenaje a King Kong que sea, un gorila disfrazado de gorila es un WTF supremo) al final del 2x05. De la misma forma, están los dos recursos más evidentes de los que ha hecho uso Misfits esta temporada: el oportuno poder de ver a los recién fallecidos de Nathan y la intolerancia a la lactosa de Curtis. El primero, tranquilamente se lo podrían haber ahorrado porque no ha aportado mucho, es prescindible y canta demasiado que el personaje (al que no le hacía falta algo así) durante la primera temporada no diera señales de tenerlo. En cuanto al segundo, no niego que la "ventaja" de Curtis estaba metida con calzador y que podrían haber solventado el asunto de manera más sutil si por ejemplo el personaje hubiera mencionado su particular condición un par de episodios antes, pero a su vez, considero que no resultó decepcionante (y mucho menos una estafa) que al final del sexto episodio salvara los muebles retrocediendo en el tiempo (¿su poder ha venido siendo utilizado como un comodín por parte de los guionistas... y qué?) y "resucitara" a todos sus compañeros. De esta forma, nos mostraron magistralmente algunas consecuencias de adquirir la fama cuando se tienen superpoderes, sin tener que llegar a pagar semejante peaje como era el matar a todo el grupo. Además, durante el intervalo de tres meses que pasaron entre lo sucedido aquí y en el arranque del especial de navidad, queda claro que Simon y Alisha terminan manteniendo la misma conversación sobre el Simon del futuro (ahorrándonos tener que volver a presenciarla), demostrando que aunque Misfits recurra en ocasiones a la salida por la vía fácil, no para todos los casos tiene que suponer algo negativo. Hay casos y casos.
Todos estos "peros", a fin de cuentas no me han importado casi nada, porque han sido utilizados para el bien de una temporada que ha tenido muchísimas más luces que esas pocas y puntuales sombras. Empezando la parte positiva por la evolución y el protagonismo de cada personaje, quiero hacer una mención especial a los personajes de Alisha y de Curtis, los cuales fueron con diferencia los que menos brillaron en la primera temporada. Su relación como pareja no podía dar más de sí, por lo que desde el principio he visto con buenos ojos que se separaran y cada uno buscara más protagonismo a su manera. Si es verdad que la primera lo ha conseguido en mayor medida gracias a su unión con Simon, el segundo también ha salido bastante reforzado de su relación con Nikki. Siguen siendo los dos personajes menos relevantes por decirlo de alguna manera, pero creo que han ganado muchos puntos en comparación al primer año. Puntos que podría decirse que se los han robado a Kelly, la cual me ha dejado con la sensación de haber sido siempre una mera secundaria en todas las tramas episódicas. Sus aportaciones han estado en la misma línea que siempre, pero no ha tenido quizás todo el protagonismo que se merece. Eso sí, me parece un acierto que finalmente no haya pasado a la segunda fase con Nathan, pues sinceramente no pegaban nada. Además, gracias a esto, ambos nos regalaron una de las escenas más desternillantes de la temporada, aunque de este estilo, ha habido muchas y muy memorables, por cortesía del de siempre, Don Inmortalidad. "El triple", el "Fisherman's Friend", la clase de matemáticas, la broma con el maniquí, el baile post-resucitación, barnizando su cuerpo con crema solar, su "enamoramiento" hacia Simon, etc. Nathan se ha coronado esta temporada como lo que es, el
showman de la función.
A Simon, le meto en un saco aparte, más que nada para hablar de su condición de superhéroe, y de paso, repasar los "villanos" que nos han presentado a lo largo de toda la temporada. Si Misfits tuviera una trama principal (en realidad, no se puede decir que la tenga), el bueno de Barry sería su protagonista. Con la tontería, es el personaje sobre el que que más peso recae en la serie y eso se ha notado en la evolución radical que ha sufrido (para mucho mejor) a lo largo de estos siete episodios. Es el único que valora como se merece el don que les ha caído literalmente del cielo y actúa en consecuencia. Sin él, a saber que hubiera sido del resto de los ASBO 5, teniendo que "enfrentarse" a un chalada cambiaformas, a unas pastillas revierte poderes (¡espectacular escena en la discoteca!), a unos tatuajes juguetones, a un piscópata sacado del mismísimo GTA, a un padre ultraprotector, al terrible poder que es la "lacto-quinesis" (
me quito el sombrero), y por último, al mismísimo Jesus "renacido". Todos estos problemas que han ido apareciendo en el camino de los protagonistas, junto a la aparición de algún que otro magnífico secundario como el nuevo irresponsable a cargo del grupo, han servido para entreternos como si fuéramos niños pequeños frente al televisor viendo cualquier película animada de Disney, pero de paso, nos han dejado multitud de momentos memorables, de los que esta segunda temporada ha estado repleta de principio a fin.
Si a todo esto, le sumamos que la banda sonora ha seguido siendo de matrícula y suponiendo una parte fundamental de cada capítulo, que la serie no ha parado de autoparodiarse en todo momento, que ha mantenido el mismo toque gamberro y esa fotografía tan espectacular, que casi todos los episodios han sido brutales (algunos más que otros, eso sí) o que los actores han demostrado estar a la altura de las circunstancias en todo momento, pues es normal que no pueda puntuar (
ya que estamos en plena evaluación otoñal) esta temporada, con otra nota que no sea un merecido sobresaliente. Además, cada vez que salta la intro de la serie, sigo teniendo la mismas ganas de ponerme a bailar debido al buen rollismo que transmite. Misfits tendrá sus defectos, pero mientras me siga sorprendiendo y pareciendo tan buena, no pasarán de suponer pequeñas puntualizaciones que ni mucho menos ensucian el resultado final. Para colmo, el cliffhanger final de temporada que nos han servido por sorpresa en el fantástico especial de navidad, no confundir con el del 2x06 que perfectamente hubiera podido colar como un final para la serie, abre una nueva línea de posibilidades para que Misfits y cada uno de sus protagonistas, nos vuelvan a reportar cantidades desproporcionales de alegrías en noviembre del año que viene. Los "ASBO 5" regresarán con nuevos poderes (¿apuestas?) y sin la obligación de tener que vestirse de naranja, pero seguro que harán que la espera merezca la pena, cambios incluídos.
I Love Misfits!