Si hay un género que nunca ha encontrado su sitio en la televisión, ese es el terror. Si no cuento las colecciones de historias independientes al más puro estilo de 'Fear Itself (Terror en Estado Puro'), 'Masters of Horror (Maestros del Terror)', 'The Twilight Zone (La Dimensión Desconocida)', 'Alfred Hitchcock Presents', 'Historias de la Cripta' o 'The Outer Limits (Más Allá del Límite)', como que la oferta de títulos restantes, casi que puedo contarlos con los dedos de una mano, siempre y cuando acepte barcos como 'Twin Peaks' o 'Expediente X'. Por esto mismo, me llamó la atención 'Marchlands', una reciente miniserie de terror con denominación de origen británica, compuesta de tan solo 5 episodios.
Cuando el creador de 'Marchlands', David Schulner, fue a vender su idea a los directivos de la FOX, estos decidieron "no comprarla". Estoy convencido que si tomaron esta decisión, fue simplemente porque el señor Schulner llegó a sus oficinas con un proyecto de terror bajo el brazo. Sin tirar la toalla, se animó a cruzar el charco para terminar llamando a las puertas de la cadena británica ITV, donde sí mostrarón interés por el proyecto, emitiéndolo finalmente hace un par de meses (al mismo tiempo que 'Mad Dogs' podía verse en Sky One). Esta miniserie, ni mucho menos me parece un producto que pueda llegar a considerar imprescindible, pero resulta lo suficientemente entretenido e interesante como para ponerme a hablar de él por aquí.
Para los que no conozcan 'Marchlands', ni sepan de qué va, ni nada por el estilo, voy a dejar una sinopsis casera sobre su argumento inicial. Esta serie se centra en tres familias diferentes, en tres épocas distintas, que comparten una cosa en común: vivir en una misteriosa casa conocida como Marchlands. El misterio que impregna el lugar, está relacionado con la desaparición de la pequeña Alice en 1968, cuando ésta vivía con sus padres y sus abuelos (la familia Bowen) en la casa. Casi dos décadas después, serán los Maynard (mis favoritos) quienes ocupen Marchlands, donde la pequeña Amy empezara a contar historias relacionadas con una amiga imaginaria de nombre Alice... que siempre aparece mojada. Finalmente, y ya en la actualidad, los inquilinos serán una pareja de recién casados, Mark (un antiguo habitante del pueblo) y Nisha, quienes esperan a su primer hijo. Tampoco quiero decir más de la cuenta, pues como siempre, la gracia del asunto está en llegar al visionado sabiendo lo justo y necesario para no reventarse ninguna de las sorpresas que depara la historia de turno. Lo que sí hay que saber, es que el misterio no es nada del otro mundo, ya que a fin y al cabo es la clásica historia de una "mansión encantada" con el "espíritu" de una niña con ganas de dar guerra, pero la gracia de 'Marchlands' reside en que intercala con maestría las tres líneas temporales, estando todas ellas más que relacionadas. Será mejor que pare ya...
Tengo que confesar que la pequeña Alice me pegó un par de sustos considerables (con especial "cariño" recuerdo el del final del segundo capítulo), y que además hay algún que otro momento de esos que te invitan a taparte los ojos con la mano (dependiendo del nivel de sorpresa y miedismo de cada uno), pero pese a ellos, tampoco se puede decir que 'Marchlands' sea una miniserie reservada únicamente para los amantes del género de terror, pues su ladoterrorífico tampoco es para tanto y se reserva exclusivamente a unas cuantos momentos puntuales. Lo más interesante, como he dicho, es su manera de intercalar las tres líenas temporales como si nada. Detalles como que cada familia suba a un coche a la vez o se vayan a la cama al mismo tiempo, pueden parecer artificios gratuitos, pero están llevados a cabo con una naturalidad que permite que el experimento funcione a las mil maravillas. Sobre todo, cuando poco a poco las tres historias empiezan a relacionarse unas con otras, haciendo que al final (pese a que el desenlace sea un poco previsible) todo encaje a la perfección. No queda ni un cabo suelto y eso siempre será de agradecer en una miniserie.
Por último, me gustaría hacer un pequeño hincapié en el elenco de actores y actrices, que además de cumplir sin problemas, cuenta con unos cuantos rostros de lo más conocidos, como son Alex Kingston ('Doctor Who', 'Urgencias'), Dean Andrews ('Life on Mars'), Jamie Thomas King ('Los Tudor') y Shelley Conn ('Mistresses', y en septiembre, muchos la veremos en 'Terra Nova'). Por todo esto, 'Marchlands' resulta una miniserie recomendable tanto para amantes del terror como para los que sólo quieren pasar un buen rato con una miniserie inglesa, entretenida, interesante y totalmente cerrada. ¿5 capítulos? En veranito supondrá un visto y no visto de manual.
1. A mí no me mires nena, yo voté a Kodos.
Homer Simpson (Los Simpson)
2. They come. They fight. They destroy. They corrupt. It always ends the same. / Ellos vienen. Ellos pelean. Ellos detruyen. Ellos corrompen. Siempre acaba igual.
Man in Black (LOST)
3. Un Lannister siempre paga sus deudas.
Tyrion Lannister (Juego de Tronos)
4. Claro que estoy bien, siempre estoy bien, soy "el rey del estar bien". Ese es una porquería de título. Olvida ese título.
Doctor (Doctor Who)
5. No me gusta hablar con conocidos... pero no tengo problemas con los desconocidos.
Larry David (Curb Your Enthusiasm)
6. ¿Hay uno o dos días al mes en los que no tengas el síndrome premenstrual?
Stephen Holder (The Killing)
7. Los niños buenos no tienen nueve coches.
Ari Gold (Entourage)
8. Sólo hay una forma de convertirse en campeón... nunca pierdas.
Gannicus (Spartacus: Gods of the Arena)
9. Vos crecisteis con actores. Aprendisteis su oficio y lo aprendisteis bien. Pero yo crecí con soldados. Aprendí a morir hace mucho tiempo.
Eddard Stark (Juego de Tronos)
10. Los Crowder. Siempre buscando un punto de vista.
Mags Bennett (Justified)
Homer Simpson (Los Simpson)
2. They come. They fight. They destroy. They corrupt. It always ends the same. / Ellos vienen. Ellos pelean. Ellos detruyen. Ellos corrompen. Siempre acaba igual.
Man in Black (LOST)
3. Un Lannister siempre paga sus deudas.
Tyrion Lannister (Juego de Tronos)
4. Claro que estoy bien, siempre estoy bien, soy "el rey del estar bien". Ese es una porquería de título. Olvida ese título.
Doctor (Doctor Who)
5. No me gusta hablar con conocidos... pero no tengo problemas con los desconocidos.
Larry David (Curb Your Enthusiasm)
6. ¿Hay uno o dos días al mes en los que no tengas el síndrome premenstrual?
Stephen Holder (The Killing)
7. Los niños buenos no tienen nueve coches.
Ari Gold (Entourage)
8. Sólo hay una forma de convertirse en campeón... nunca pierdas.
Gannicus (Spartacus: Gods of the Arena)
9. Vos crecisteis con actores. Aprendisteis su oficio y lo aprendisteis bien. Pero yo crecí con soldados. Aprendí a morir hace mucho tiempo.
Eddard Stark (Juego de Tronos)
10. Los Crowder. Siempre buscando un punto de vista.
Mags Bennett (Justified)
Lo que se habló y escribió sobre ‘Juego de Tronos’ antes y en su estreno, seguro que se va a quedar en una anécdota de nada en comparación con la saturación prevista para estos días, ahora que su primera temporada de 10 capítulos ha finalizado. Por supuesto, no pienso quedarme sin aportar mi granito de arena a la causa, que para algo estamos ante el que ha sido el estreno del año... para mí y seguro que para gran parte de los que estáis leyendo estas líneas. Para evitar quebraderos de cabeza me voy a saltar el habitual tochamen introductorio para atravesar directamente el muro de los spoilers y empezar con la faena cuanto antes. Por cierto, si aún no has visto la primera temporada de ‘Juego de Tronos’, ¿puedes imaginar lo que te toca, no?
Stark, Baratheon, Lannister, Targaryen... si estos nombres todavía te parecen sacados de “El Señor de los Anillos”, será mejor que no sigas leyendo porque empiezo con el juego. ¡Spoilers!
Hacía demasiado tiempo que un estreno, ya fuera de la televisión americana en abierto o por cable, no me entusiasmaba tanto como lo ha hecho ‘Juego de Tronos’. Es más, creo que necesitaba una serie tan rematadamente grande en todos los sentidos como ésta, para volver a recobrar un poco la fe que había ido perdiendo en los últimos años, donde los estrenos decepcionantes han sido y siguen siendo la nota predominante. Por lo general, no suelo volverme loco tras disfrutar con la primera temporada de cualquier serie, y menos cuando sólo ha tenido 10 capítulos (que no llegan ni a las 10 horas de metraje), pero que me quiten lo bailao. Saber que está basada en una saga literaria tan aclamada como es “Canción de Hielo y Fuego”, es una razón de peso para estar ilusionado (aunque de momento, no la haya leído). Si además pienso en lo mucho que me ha gustado su primer volumen correspondiente a lo que hemos podido ver en la primera entrega de 'Juego de Tronos', pese a que casi en su totalidad no ha dejado de ser una muy bien llevada introducción, pues resulta sencillo vislumbrar que estamos ante una de las grandes de los próximos años.
10 capítulos pueden no ser demasiados, pero es ponerse a pensar en todo lo que ha pasado en ellos, y resulta increíble no haberse perdido en el baile de nombres, de Casas y localizaciones de las que se compone este universo creado en la mente de George R. R. Martin. Esto ha sido gracias a un trabajo digno de alabar por parte del equipo de guionistas, con David Benioff y D. B. Weiss al mando. La historia ya estaba escrita (incluyendo los numerosos WTF), pero saber adaptarla de esta forma (todavía no he escuchado ninguna queja al respecto por parte de ningún lector) consiguiendo que el espectador neófito no se perdiera por el camino, tiene muchísimo mérito. Para ello, los responsables han implantado dos caras a la serie, dependiendo de si tocaba un capítulo par o uno impar. Mientras los primeros me han dado la sensación de ser aprovechados para presentar conceptos o simplemente colocar piezas en el tablero, los segundos directamente se han empleado para explotar el puro espectáculo y el disfrute del espectador. Para que nos entendamos, los mejores capítulos de la temporada, han sido todos los que tenían un número impar, especialmente el 1x05 “The Wolf and Lion”, el 1x07 “You Win or You Die” y el 1x09 “Baelor”, sin que por ello parezca que quiero desmerecer el nivel y la importancia de los pares.
Esta percepción (que a lo mejor es sólo cosa mía) me quedó aún más clara, cuando al acabar la season finale, el 1x10 “Fire and Blood”, no me sentía como si hubiera visto un final de temporada, sino más bien un arranque, es decir, no tenía esa sensación de subidón y descolocamiento que sí tuve cuando en el capítulo anterior... la cabeza de Ned Stark se desprendió de su cuerpo. Uno de los momentos que seguro aparecerá en listas de todo tipo durante este 2011, y no es para menos, pues en palabras de los propios productores: “¡Hemos matado a Tony Soprano!”. Conociendo la fama de Sean Bean (“el tío es un spoiler con patas” by Adolf Hitler) y lo mal que lo estaba pasando en las últimas entregas la Mano del Rey, me engañaría a mí mismo si dijera que su muerte fue algo que no vi venir, pero eso no restó espectacularidad a semejante momentazo. Que al finalizar su noveno capítulo, una historia se cepille a un grandísimo personaje como Lord Stark, quien además estaba siendo el máximo protagonista de la función, desde luego que no es algo que se vea todos los días. Hay que tener muchas pelotas para llevar a cabo una declaración de intenciones de este tipo.
En esta línea de previsibilidad-espectacularidad, con la última escena de la temporada me pasó algo parecido, pues después de dar tanta importancia a los huevos de dragón (esos reiterativos primeros planos eran demasiado cantosos), hizo fácil el presagiar que tarde o temprano veríamos a los “escupe fuego” por la serie. La gracia de ambos momentos, además de haberse plasmado con una bellísima realización, era no saber cuando se producirían. En otra historia quizás habría que haber esperado años para presenciarlos, pero si por algo se ha caracterizado ‘Juego de Tronos’ (además de por contar con unos diálogos sencillamente magistrales) ha sido por jugarse algunas de sus mejores cartas desde el primer minuto, una decisión que sólo sirve para incrementar aún más la experiencia del visionado, ya que el espectador cuenta con la posibilidad de quedarse totalmente descolocado cada vez que se ponga a ver un capítulo. Muchas series presumen de ello, pero ‘Juego de Tronos’ es de las pocas que realmente ha demostrado que no tiene personajes intocables, pues sólo hay que fijarse en los pesos pesados que han ido cayendo en estos 10 capítulos: Aparte de la mencionada muerte de Eddard Stark, ya han quedado fuera del juego (sin contar a los secundarios de turno), Khal Drogo, el Rey Robert Baratheon y Viserys Targaryen.
No sólo de muertes sorprendentes vive este Juego, pues como he dicho antes, los diálogos de esta serie me han parecido de lo mejorcito que he escuchado en mucho tiempo. Como tonto me he quedado en más de una ocasión prestándoles atención y todo porque no me quería perder nada de lo que se estaba contando. Muchos de ellos han provocado que algunas secuencias se alargaran llegando a durar incluso más de cinco minutos, un detalle que no es ni mucho menos habitual en televisión (la HBO siempre jugando en otra divisón), pero que ni aún así, me dieron la impresión de ser excesivas. Con personajes como Meñique, Ser Jorah, Lord Varys, Robert Baratheon, Tyrion, Tywin, Jaime y Cersei Lannister, Bronn, Daenerys Targaryen, Khal Drogo, Eddard, Robb, Bran y Arya Stark... como que ni extraña. Son muchos y casi todos muy buenos, pero sobre todo, repletos de interesantes matices. Visto lo visto, será mejor no encariñarse con ninguno más de la cuenta.
Por ponerme un poco quisquilloso, y aunque tenga todas las papeletas para ser clave en un futuro cercano, las apariciones de Jon Nieve son las que menos me han gustado (y creo que el actor tiene gran parte de la culpa). Su historia más allá del Muro promete ser de lo mejorcito (y es una de las que más quiero saber y descubrir), pero en esta primera temporada no ha pasado de ser un guerrero en plena fase de formación, donse se nos ha mostrado el entrenamiento de un joven (y sus "hermanos") que promete convertirse en el mayor héroe de los Siete Reinos (si no muere antes, claro). Además, sus “hoy vuelvo a casa con mi familia” y “hoy me quedo como hermano de la Guardia de la Noche” me han cansado un poco aunque entienda la motivación del personaje. Algo similar me pasó con el tema de los Dothraki, pero su caso fue mucho más fácil de sobrellevar porque pronto comenzaron a regalar momentazo tras momentazo. De todas maneras, creo que tiene mucho mérito como han intercalado estas dos historias "independientes", con la que ha sido el eje central de esta primera temporada: el enfrentamiento entre los Stark y los Lannister.
Por muchas cosas que diga, es imposible que no me deje mucho material por el camino, pues tampoco es cuestión de acabar como Aerys Targaryen. Por encima del resto de aspectos, no me gustaría quedarme sin hacer una mención especial a algunos de los mejores momentos de la temporada. Desde aquel "las cosas que hago por amor" hasta el nacimiento de los dragones de Daenerys, pasando por los duelos entre Lord Stark y los Lannister (espada en mano contra Jamie y con la palabra frente a Cersei), Tyrion en el Nido de Águilas, cualquier conversación que hiciera mención al pasado o a lo que hay más allá del muro, las clases de espada de Arya, el decapitamiento de un caballo en el homenaje a la nueva Mano del Rey, la Corona Dorada, Tyrion abofeteando a Joffrey, las "muestras de confianza" de Meñique, la decisión de Joffrey, las apariciones de los Huargos (aunque hayan salido menos de lo que pensaba), Jaime siendo capturado, las vistas desde el Muro, etcétera, etcétera. Es ponerse a recordar grandes momentos y no acabar nunca.
Una temporada redonda, que sólo me ha defraudado levemente en la season finale, al no conseguir saciarme como esperaba (con mi nivel de expectativas era normal que me la pegase). No habrá sido muy espectacular, pero ha dejado todo de forma que es imposible no morirse de ganas por comprobar cómo continuará el Juego de Tronos. Jon y la Guardia de la Noche atravesando el Muro ("Winter is coming..."), Daenerys con sus dragoncitos, la continuación de la guerra entre los Stark y los Lannister con un Jamie apresado, Arya uniéndose al hijo bastardo del Rey Robert (el gran Chris de ‘Skins’) rumbo al Muro, Sansa condenada a casarse con el verdugo de su padre (Joffrey merece una muerte lenta y dolorosa), etc. Normal que llegados a este punto y con el parón de casi un año que se avecina, más de uno esté meditando si comenzar o no con los libros. En esta tesitura es en la que me encuentro ahora mismo, pero creo que finalmente no lo haré. Por un lado, no soy muy dado a leer, y por el otro, no me gustaría reventarme el factor sorpresa, y más, cuando está claro que es un elemento clave para disfrutar al máximo de esta historia. HBO, eras la única capaz de llevar algo así a la pequeña pantalla. ¡Viva 'Juego de Tronos' y la HBO que lo parió!
Stark, Baratheon, Lannister, Targaryen... si estos nombres todavía te parecen sacados de “El Señor de los Anillos”, será mejor que no sigas leyendo porque empiezo con el juego. ¡Spoilers!
"Cuando se juega al Juego de Tronos, sólo se puede ganar o morir. No hay puntos intermedios" - Cersei Lannister
Hacía demasiado tiempo que un estreno, ya fuera de la televisión americana en abierto o por cable, no me entusiasmaba tanto como lo ha hecho ‘Juego de Tronos’. Es más, creo que necesitaba una serie tan rematadamente grande en todos los sentidos como ésta, para volver a recobrar un poco la fe que había ido perdiendo en los últimos años, donde los estrenos decepcionantes han sido y siguen siendo la nota predominante. Por lo general, no suelo volverme loco tras disfrutar con la primera temporada de cualquier serie, y menos cuando sólo ha tenido 10 capítulos (que no llegan ni a las 10 horas de metraje), pero que me quiten lo bailao. Saber que está basada en una saga literaria tan aclamada como es “Canción de Hielo y Fuego”, es una razón de peso para estar ilusionado (aunque de momento, no la haya leído). Si además pienso en lo mucho que me ha gustado su primer volumen correspondiente a lo que hemos podido ver en la primera entrega de 'Juego de Tronos', pese a que casi en su totalidad no ha dejado de ser una muy bien llevada introducción, pues resulta sencillo vislumbrar que estamos ante una de las grandes de los próximos años.
10 capítulos pueden no ser demasiados, pero es ponerse a pensar en todo lo que ha pasado en ellos, y resulta increíble no haberse perdido en el baile de nombres, de Casas y localizaciones de las que se compone este universo creado en la mente de George R. R. Martin. Esto ha sido gracias a un trabajo digno de alabar por parte del equipo de guionistas, con David Benioff y D. B. Weiss al mando. La historia ya estaba escrita (incluyendo los numerosos WTF), pero saber adaptarla de esta forma (todavía no he escuchado ninguna queja al respecto por parte de ningún lector) consiguiendo que el espectador neófito no se perdiera por el camino, tiene muchísimo mérito. Para ello, los responsables han implantado dos caras a la serie, dependiendo de si tocaba un capítulo par o uno impar. Mientras los primeros me han dado la sensación de ser aprovechados para presentar conceptos o simplemente colocar piezas en el tablero, los segundos directamente se han empleado para explotar el puro espectáculo y el disfrute del espectador. Para que nos entendamos, los mejores capítulos de la temporada, han sido todos los que tenían un número impar, especialmente el 1x05 “The Wolf and Lion”, el 1x07 “You Win or You Die” y el 1x09 “Baelor”, sin que por ello parezca que quiero desmerecer el nivel y la importancia de los pares.
"Mi madre desea que le permita a Lord Eddard vestir el negro, quitarle todos sus títulos y autoridades, y que sirva al reino en el exilio permanente. Y mi Lady Sansa, ha rogado piedad por su padre. Pero ellas tienen unos blandos corazones de mujer. Mientras yo sea vuestro Rey, la traición nunca quedará impune. Ser Ilyn... ¡traedme su cabeza!" - Joffrey Baratheon
Esta percepción (que a lo mejor es sólo cosa mía) me quedó aún más clara, cuando al acabar la season finale, el 1x10 “Fire and Blood”, no me sentía como si hubiera visto un final de temporada, sino más bien un arranque, es decir, no tenía esa sensación de subidón y descolocamiento que sí tuve cuando en el capítulo anterior... la cabeza de Ned Stark se desprendió de su cuerpo. Uno de los momentos que seguro aparecerá en listas de todo tipo durante este 2011, y no es para menos, pues en palabras de los propios productores: “¡Hemos matado a Tony Soprano!”. Conociendo la fama de Sean Bean (“el tío es un spoiler con patas” by Adolf Hitler) y lo mal que lo estaba pasando en las últimas entregas la Mano del Rey, me engañaría a mí mismo si dijera que su muerte fue algo que no vi venir, pero eso no restó espectacularidad a semejante momentazo. Que al finalizar su noveno capítulo, una historia se cepille a un grandísimo personaje como Lord Stark, quien además estaba siendo el máximo protagonista de la función, desde luego que no es algo que se vea todos los días. Hay que tener muchas pelotas para llevar a cabo una declaración de intenciones de este tipo.
"Soy Daenerys de la Tormenta de la Casa Targaryen de la sangre de la Antigua Valyria. Soy la Hija del Dragón y os prometo que aquellos que os deseen mal morirán entre gritos" - Daenerys Targaryen
En esta línea de previsibilidad-espectacularidad, con la última escena de la temporada me pasó algo parecido, pues después de dar tanta importancia a los huevos de dragón (esos reiterativos primeros planos eran demasiado cantosos), hizo fácil el presagiar que tarde o temprano veríamos a los “escupe fuego” por la serie. La gracia de ambos momentos, además de haberse plasmado con una bellísima realización, era no saber cuando se producirían. En otra historia quizás habría que haber esperado años para presenciarlos, pero si por algo se ha caracterizado ‘Juego de Tronos’ (además de por contar con unos diálogos sencillamente magistrales) ha sido por jugarse algunas de sus mejores cartas desde el primer minuto, una decisión que sólo sirve para incrementar aún más la experiencia del visionado, ya que el espectador cuenta con la posibilidad de quedarse totalmente descolocado cada vez que se ponga a ver un capítulo. Muchas series presumen de ello, pero ‘Juego de Tronos’ es de las pocas que realmente ha demostrado que no tiene personajes intocables, pues sólo hay que fijarse en los pesos pesados que han ido cayendo en estos 10 capítulos: Aparte de la mencionada muerte de Eddard Stark, ya han quedado fuera del juego (sin contar a los secundarios de turno), Khal Drogo, el Rey Robert Baratheon y Viserys Targaryen.
"¿Honor? ¡Tengo que gobernar los Siete Reinos! Un rey, siete reinos. ¿Crees que el honor los mantiene a raya? ¿Crees que es el honor el que mantiene la paz? Es el miedo... el miedo y la sangre." - Robert Baratheon
No sólo de muertes sorprendentes vive este Juego, pues como he dicho antes, los diálogos de esta serie me han parecido de lo mejorcito que he escuchado en mucho tiempo. Como tonto me he quedado en más de una ocasión prestándoles atención y todo porque no me quería perder nada de lo que se estaba contando. Muchos de ellos han provocado que algunas secuencias se alargaran llegando a durar incluso más de cinco minutos, un detalle que no es ni mucho menos habitual en televisión (la HBO siempre jugando en otra divisón), pero que ni aún así, me dieron la impresión de ser excesivas. Con personajes como Meñique, Ser Jorah, Lord Varys, Robert Baratheon, Tyrion, Tywin, Jaime y Cersei Lannister, Bronn, Daenerys Targaryen, Khal Drogo, Eddard, Robb, Bran y Arya Stark... como que ni extraña. Son muchos y casi todos muy buenos, pero sobre todo, repletos de interesantes matices. Visto lo visto, será mejor no encariñarse con ninguno más de la cuenta.
"Gigantes y cosas peores que gigantes. Intenté decírselo a tu hermano. Marcha por el camino equivocado. Todas estas espadas deberían ir al Norte, chico. ¡Al Norte, no al Sur! Los vientos helados se están levantando." - Osha a.k.a. la salvaje de más allá del muro
Por ponerme un poco quisquilloso, y aunque tenga todas las papeletas para ser clave en un futuro cercano, las apariciones de Jon Nieve son las que menos me han gustado (y creo que el actor tiene gran parte de la culpa). Su historia más allá del Muro promete ser de lo mejorcito (y es una de las que más quiero saber y descubrir), pero en esta primera temporada no ha pasado de ser un guerrero en plena fase de formación, donse se nos ha mostrado el entrenamiento de un joven (y sus "hermanos") que promete convertirse en el mayor héroe de los Siete Reinos (si no muere antes, claro). Además, sus “hoy vuelvo a casa con mi familia” y “hoy me quedo como hermano de la Guardia de la Noche” me han cansado un poco aunque entienda la motivación del personaje. Algo similar me pasó con el tema de los Dothraki, pero su caso fue mucho más fácil de sobrellevar porque pronto comenzaron a regalar momentazo tras momentazo. De todas maneras, creo que tiene mucho mérito como han intercalado estas dos historias "independientes", con la que ha sido el eje central de esta primera temporada: el enfrentamiento entre los Stark y los Lannister.
Por muchas cosas que diga, es imposible que no me deje mucho material por el camino, pues tampoco es cuestión de acabar como Aerys Targaryen. Por encima del resto de aspectos, no me gustaría quedarme sin hacer una mención especial a algunos de los mejores momentos de la temporada. Desde aquel "las cosas que hago por amor" hasta el nacimiento de los dragones de Daenerys, pasando por los duelos entre Lord Stark y los Lannister (espada en mano contra Jamie y con la palabra frente a Cersei), Tyrion en el Nido de Águilas, cualquier conversación que hiciera mención al pasado o a lo que hay más allá del muro, las clases de espada de Arya, el decapitamiento de un caballo en el homenaje a la nueva Mano del Rey, la Corona Dorada, Tyrion abofeteando a Joffrey, las "muestras de confianza" de Meñique, la decisión de Joffrey, las apariciones de los Huargos (aunque hayan salido menos de lo que pensaba), Jaime siendo capturado, las vistas desde el Muro, etcétera, etcétera. Es ponerse a recordar grandes momentos y no acabar nunca.
Una temporada redonda, que sólo me ha defraudado levemente en la season finale, al no conseguir saciarme como esperaba (con mi nivel de expectativas era normal que me la pegase). No habrá sido muy espectacular, pero ha dejado todo de forma que es imposible no morirse de ganas por comprobar cómo continuará el Juego de Tronos. Jon y la Guardia de la Noche atravesando el Muro ("Winter is coming..."), Daenerys con sus dragoncitos, la continuación de la guerra entre los Stark y los Lannister con un Jamie apresado, Arya uniéndose al hijo bastardo del Rey Robert (el gran Chris de ‘Skins’) rumbo al Muro, Sansa condenada a casarse con el verdugo de su padre (Joffrey merece una muerte lenta y dolorosa), etc. Normal que llegados a este punto y con el parón de casi un año que se avecina, más de uno esté meditando si comenzar o no con los libros. En esta tesitura es en la que me encuentro ahora mismo, pero creo que finalmente no lo haré. Por un lado, no soy muy dado a leer, y por el otro, no me gustaría reventarme el factor sorpresa, y más, cuando está claro que es un elemento clave para disfrutar al máximo de esta historia. HBO, eras la única capaz de llevar algo así a la pequeña pantalla. ¡Viva 'Juego de Tronos' y la HBO que lo parió!
Una de las series revelación del año pasado, sin duda alguna, fue 'Luther'. Más que revelación, y al igual que hice cuando clamé al cielo "que no te la podías perder", con ella directamente me atrevo a usar esa etiqueta reservada para las más grandes, como es la de "joyita". Con tan sólo una temporada de 6 episodios de una hora de duración cada uno, la serie protagonizada por el Detective John Luther me cautivó como hacía mucho que no lo conseguía ningún drama policial. Quizás se deba a que realmente no se trata de una serie de este tipo, sino que en realidad, más bien es una especie de psicológico y oscuro drama criminal. Como de su primera entrega ya dije todo lo que tenía que decir (¡sin derramar ni una pizca de spoilers!), voy a empezar a centrarme en el motivo que ha hecho que vuelva a hablar de 'Luther' por aquí: el estreno de su segunda temporada.
Después que el sexto episodio de la primera temporada acabara con uno de esos cliffhangers que te dejan con cara de tonto, no fue poco lo que tuve que esperar (y sufrir) hasta que la BBC se pronunció para anunciar que la serie regresaría en este 2011. Muy al estilo de la televisión inglesa, la única información que dejó la cadena, es que habría dos especiales de dos horas cada uno. Ni fecha de estreno, ni nada por el estilo, pero con la alegría del momento tampoco me importó más de la cuenta. En los últimos meses, han ido saliendo unos cuantos e interesantes trailers (1 - 2 - 3) que servían para hacerse a la idea de que el regreso de John Luther estaba cada vez más cerca. Su único problema era que seguían sin dejarnos poner una cruz en nuestros calendarios seriéfilos. De esta forma, no me extraña que a más de uno el regreso de la serie esta semana le haya pillado totalmente de imprevisto. Por cierto, olvidaros de los dos especiales de dos horas, pues por lo visto en esta segunda temporada, lo que nos esperan son 4 nuevos capítulos de una hora cada uno, es decir, dos episodios menos que el año pasado. Si los 3 restantes van a ser igual de tremebundos que la season premiere, me conformo... aunque me van a saber a muy poco.
A partir de aquí, información confidencial sobre lo visto en la primera hora de trabajo del Detective John Luther en el 2011. ¡Precaución! ¡Spoilers del 2x01 de 'Luther'!
¿Que se iban a inventar lo guionistas para salir de la trampa en la que ellos solitos se metieron al final de la temporada anterior? Esta es la pregunta que me hice cuando presencié aquellos minutos de locura, cuando la BBC anunció que la serie era renovada, y finalmente, segundos antes de darle al play a este 2x01. No he tenido que esperar mucho para recibir mi esperada respuesta, pues la han servido en el mismo "cold open": Alice está encerrada (en una institución mental) tras entregarse a las autoridades dejando libre de culpa a Luther y Mark... comprobado poco después que los tres ahora son "íntimos". Fácil, rápido y sencillo. Vamos que han solucionado la difícil papeleta sin disparar ni un solo fuego artificial. ¡Qué más da! Lo que tenían preparado para comenzar la segunda temporada ha sido tan bueno que rápidamente han conseguido que me olvidase de que llevaba un año queriendo darle respuesta a la pregunta con la que he comenzado este párrafo.
Una nueva temporada, un nuevo equipo de investigación (manteniendo alguna que otra vieja cara conocida), y sobre todo, un nuevo caso... el de Mr. Punch. Por fortuna, y a diferencia de la estructura de la serie en su primer año, para este parece que vamos a tener un único eje central durante toda la temporada. Visto lo visto en esta primera hora, me parece la elección más acertada, pues este enmascarado con ganas de implantar el terror por todo Londres, tiene todas las papeletas para sacar de sus casillas a Luther y a cualquiera que se le ocurra abrir la puerta de su casa sin antes echar una ojeada por la mirilla. Al principio, cuando al poco tiempo de ponerse a andar la función se ha desvelado su identidad, no me ha parecido gran cosa. Para cuando se ha ido a llamar casa por casa webcam en mano, mi opinión sobre él ya había cambiado radicalmente. Después de su llamada a Luther ya me estaba frotando las manos, pero encima, este Mr. Punch me ha regalado 5 minutos repletos de angustia... que encima han terminado desembocando en un cliffhanger de escándalo.
Una carta de presentación de auténtico lujo la que ha tenido este Mr. Punch, que ha conseguido que no echara demasiado en falta a Alice. Sí, me acaba de crecer la nariz como a Pinocho. El único consuelo que me queda sobre el único punto negativo que ha tenido esta season premiere, es que tras el "manzanazo", algo me dice que Miss Morgan va a volver a la carga más pronto que tarde y como sólo ella sabe. En resumidas cuentas, 'Luther' ha regresado manteniendo el excelente nivel (en todos los sentidos) con el que se marchó hace casi un año, pero incorporando un cierto aire de renovación que por ahora parece haberle sentado estupendamente. La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. Mi verano seriéfilo 2011 no podía haber arrancado de mejor manera.
Después que el sexto episodio de la primera temporada acabara con uno de esos cliffhangers que te dejan con cara de tonto, no fue poco lo que tuve que esperar (y sufrir) hasta que la BBC se pronunció para anunciar que la serie regresaría en este 2011. Muy al estilo de la televisión inglesa, la única información que dejó la cadena, es que habría dos especiales de dos horas cada uno. Ni fecha de estreno, ni nada por el estilo, pero con la alegría del momento tampoco me importó más de la cuenta. En los últimos meses, han ido saliendo unos cuantos e interesantes trailers (1 - 2 - 3) que servían para hacerse a la idea de que el regreso de John Luther estaba cada vez más cerca. Su único problema era que seguían sin dejarnos poner una cruz en nuestros calendarios seriéfilos. De esta forma, no me extraña que a más de uno el regreso de la serie esta semana le haya pillado totalmente de imprevisto. Por cierto, olvidaros de los dos especiales de dos horas, pues por lo visto en esta segunda temporada, lo que nos esperan son 4 nuevos capítulos de una hora cada uno, es decir, dos episodios menos que el año pasado. Si los 3 restantes van a ser igual de tremebundos que la season premiere, me conformo... aunque me van a saber a muy poco.
A partir de aquí, información confidencial sobre lo visto en la primera hora de trabajo del Detective John Luther en el 2011. ¡Precaución! ¡Spoilers del 2x01 de 'Luther'!
¿Que se iban a inventar lo guionistas para salir de la trampa en la que ellos solitos se metieron al final de la temporada anterior? Esta es la pregunta que me hice cuando presencié aquellos minutos de locura, cuando la BBC anunció que la serie era renovada, y finalmente, segundos antes de darle al play a este 2x01. No he tenido que esperar mucho para recibir mi esperada respuesta, pues la han servido en el mismo "cold open": Alice está encerrada (en una institución mental) tras entregarse a las autoridades dejando libre de culpa a Luther y Mark... comprobado poco después que los tres ahora son "íntimos". Fácil, rápido y sencillo. Vamos que han solucionado la difícil papeleta sin disparar ni un solo fuego artificial. ¡Qué más da! Lo que tenían preparado para comenzar la segunda temporada ha sido tan bueno que rápidamente han conseguido que me olvidase de que llevaba un año queriendo darle respuesta a la pregunta con la que he comenzado este párrafo.
Una nueva temporada, un nuevo equipo de investigación (manteniendo alguna que otra vieja cara conocida), y sobre todo, un nuevo caso... el de Mr. Punch. Por fortuna, y a diferencia de la estructura de la serie en su primer año, para este parece que vamos a tener un único eje central durante toda la temporada. Visto lo visto en esta primera hora, me parece la elección más acertada, pues este enmascarado con ganas de implantar el terror por todo Londres, tiene todas las papeletas para sacar de sus casillas a Luther y a cualquiera que se le ocurra abrir la puerta de su casa sin antes echar una ojeada por la mirilla. Al principio, cuando al poco tiempo de ponerse a andar la función se ha desvelado su identidad, no me ha parecido gran cosa. Para cuando se ha ido a llamar casa por casa webcam en mano, mi opinión sobre él ya había cambiado radicalmente. Después de su llamada a Luther ya me estaba frotando las manos, pero encima, este Mr. Punch me ha regalado 5 minutos repletos de angustia... que encima han terminado desembocando en un cliffhanger de escándalo.
Una carta de presentación de auténtico lujo la que ha tenido este Mr. Punch, que ha conseguido que no echara demasiado en falta a Alice. Sí, me acaba de crecer la nariz como a Pinocho. El único consuelo que me queda sobre el único punto negativo que ha tenido esta season premiere, es que tras el "manzanazo", algo me dice que Miss Morgan va a volver a la carga más pronto que tarde y como sólo ella sabe. En resumidas cuentas, 'Luther' ha regresado manteniendo el excelente nivel (en todos los sentidos) con el que se marchó hace casi un año, pero incorporando un cierto aire de renovación que por ahora parece haberle sentado estupendamente. La espera ha sido larga, pero ha merecido la pena. Mi verano seriéfilo 2011 no podía haber arrancado de mejor manera.
Tras el 2x22 "As I Lay Dying", Mystic Falls se queda sin vampiros, brujas y hombres lobo hasta septiembre. Sin llegar a motivarme como en su primer año, ‘The Vampire Diaries’ ha continuado siendo casi igual de divertida e interesante durante su segunda temporada. Una entrega que ha mantenido la receta del éxito de la serie (¿para qué cambiar lo que funciona?) y que nos ha metido del todo en su mitología, mientras el carrusel de transformaciones sobrenaturales, ejecuciones y apariciones de ases escondidos bajo las mangas de los guionistas, no ha cesado en ningún momento. Ya se sabe, cada capítulo suyo es una sucesión de revelaciones y giros con grandes dosis de WTF. Eso sí, seguirla semana a semana, me ha permitido fijarme no sólo en sus virtudes, sino también en la ristra de defectos que arrastra, y que por lo general, suelen ser los típicos de este tipo de producciones, ya que nunca ha dejado de ser una serie para y sobre adolescentes aunque sea de corte sobrenatural. Nada que haya hecho encender mis alarmas más de la cuenta, pues la veo sabiendo lo que es, y además, la serie ha demostrado a cada capítulo que se acercaba más y más al final de temporada, que sigue sabiendo como no defraudar ni un mililitro de sangre.
Uno se pone a pensar dónde comenzó todo en septiembre y dónde ha terminado en mayo, y comprende al instante cual es el encanto de Mystic Falls. Por eso mismo, si todavía no has completado la segunda temporada, será mejor que no sigas leyendo. ¡Spoilers!
22 capítulos que comenzaron con Katherine convirtiendo en vampiro a Caroline y que han terminado con Klaus reconvirtiendo a Stefan en un chupasangres sin control. Resulta obvio que han sido muchísimas las cosas que han sucedido entre medias, y como desde la season premiere no he vuelto a escribir sobre la serie (¿para qué? si a la semana siguiente todo iba a volver a ponerse patas arriba), mi intención aquí es no dejarme nada de entre todo lo que quiero destacar. Empezando por la que ha sido la trama central de toda la temporada, "la maldición del sol y la luna". Sin duda, fue un acierto el introducir dicha historia coincidiendo con la llegada de los hombres lobo a Mystic Falls, para después olvidarse de ella temporalmente y demostrar a última hora que en realidad se trataba de "la maldición de Klaus". Justo cuando el híbrido y los vampiros originales (con Eljah a la cabeza) ya se habían apropiado del interés del personal. De ahí que considere que esta temporada se pueda dividir sin problemas en dos partes: una primera en la que Katherine (de lo mejorcito del año aunque acabara desinflándose un poco hacia el final) y los hombres lobo lo eran todo, y una segunda, en la que Elijah... y finalmente Klaus, se convirtieron en los dos nombres más repetidos por Elena y el resto de cebos esparcidos por Mystics Falls.
Hablando de la reina de la función, después de la segunda temporada que se ha marcado la amiga, a Elena me atrevería a elevarla casi a la misma categoría en la que lleva el insoportable de su hermano desde el segundo en que apareció por la serie. Sí, por aquí vienen los tiros que me han llevado a titular la entrada con "La maldición de los Gilbert". En serio, un capítulo más viendo como la protagonista es incapaz de aguantarse las lágrimas o de tomar una decisión sin antes pensar en sus seres queridos... y no respondo. De todas maneras, teniendo como padres a dos suicidas muy oportunistas como han demostrado ser John (una lástima que no hayan querido o sabido aprovechar el potencial de David Anders) e Isobel, no me extraña que la niña haya salido así de dramática. De su relación con Stefan prefiero no hablar mucho porque cada escena romántica de la pareja (música pastelosa incluida) es de lo peor de cada capítulo y no me quiero calentar más de la cuenta. Lo que más me fastidia del personaje, es que después de estar siempre mareando la perdiz con lo mismo, al final sólo echa un par de lagrimitas por su querida tía Jenna, besa a Damon y manda un mensaje de texto a Stefan para ver qué tal le va todo como chupasangres profesional. Elena y sus tonterías me han superado, pero muy mucho. Menos mal que Nina Dobrev aún continuará interpretando a Katherine porque si no, ni el factor palote la salvaba.
Todo el día llorando por sus seres queridos, haciéndose la heroína con sus decisiones y sacrificios, etc. Lo mejor de todo llega cuando uno se pone a pensar y recuerda que tiene dieciséis añitos y es entonces cuando la credibilidad de los actos del personaje se va por el garete (mal que siempre acompañará a este tipo de series). Stefan es igual, pero tiene aún más delito por haber vivido ya unos cuantos añitos. Su anexión al clan Klaus, sin duda, es lo mejor que le podía pasar a un personaje que estaba tan estancando en su papel de héroe bondadoso, que es imposible que no resulte insoportable. Todo lo contrario que su hermano, un Damon que no ha dado ni la mitad de guerra que el año pasado, pero que aún así, sigue siendo el roba escenas profesional de Mystic Falls. Hacerse “bueno”, parece que por fin va a darle la recompensa que andaba buscado, aunque seguro que al inicio de la tercera temporada, Elena dirá que su beso a Damon no significó nada al estar el otro en el lecho de muerte y que ella a quien quiere es a su versión adulta de Justin Bieber (¿soy yo o Paul Wesley se parece mucho al niño del “baby, baby”?). No es que me interese demasiado la trama del triángulo amoroso, pero ya que ocupa gran parte de cada capítulo, pues quería hablar un poco sobre ella, y así de paso, deshaogarme lo justo y necesario.
Como del cliffhanger protagonizado por Jeremy no voy a hablar (me niego), ya que no me ha gustado y no me ha parecido nada espectacular por mucho que no lo viera venir y que pueda dar juego en el futuro, voy a centrarme en Caroline y su particular triángulo amoroso. Los hombres lobo (con Tyler a la cabeza) puede que no se hayan explotado al máximo, y que Matt haya seguido siendo tan desaprovechado como siempre (aunque por fin el muchacho ha descubierto que a su alrededor pasan cosas raras), pero aún así, para mí el personaje más interesante (y con diferencia) de esta segunda temporada, ha sido Caroline. Su transformación en vampiro ha dado un giro de 180 grados al personaje... y para mucho mejor. A ver si los guionistas se atreven a dar un paso parecido con Matt, que aunque puede que chirríe un poco el ir convirtiendo poco a poco a toda la tropa, casi lo hace más que todavía haya protagonistas humanos vivitos y coleando. Si dan el paso, espero que no sea para poco después "hacer un Jenna". Otro personaje que llevaba siendo prescindible desde el minuto uno (ligada a los Gilbert tenía que estar), y que cuando parece que podría empezar a aprovecharse, no dura ni un capítulo. En cuanto a Alaric, supongo que ahora cumplirá con el rol de hacer de tutor de Elena y Jeremy. Algo tendrá que hacer, digo yo.
Creo que no me dejo nada (ni a nadie) por comentar, al menos que me parezca relevante. No ha sido fácil condensar en unos cuantos párrafos, todo lo visto en 22 capítulos, y menos, de una serie como ‘The Vampire Diaries’. Quizás me ha salido una entrada un tanto negativa y marujona, pero al centrarme en los personajes, cuando uno sabe que no son precisamente el punto fuerte de la serie, pues era consciente de que podría pasar esto. A veces resulta necesario comentar los aspectos negativos más destacables, antes que citar los positivos. Al fin y al cabo, estos últimos siguen siendo los mismos que el primer año de la serie y de esos ya me ocupé a su debido tiempo. Por lo tanto, y en forma de conclusión, decir que ha sido una buena segunda temporada que ha servido para confirmar que lo de ‘The Vampire Diaries’ no fue flor de un día, pero que pese a ello, creo que ha estado un peldaño por debajo en comparacion a la primera entrega.
Me lo paso bien con ella y con eso es lo que me quedo, pero para la temporada que viene, voy a meditar la opción de ir reservándome capítulos para luego ir pegándome pequeños homenajes sangrientos en forma de maratón. De esta forma, no me percataría tanto de los defectos de la serie, y de paso, no tendría que lidiar con los molestos parones que se gasta la CW y que no ayudan para nada al disfrute del espectáculo. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido la temporada? ¿Qué es lo que más os ha gustado y lo que menos? ¿Alguien en la sala conoce un conjuro (el número de alguno de los guionistas) para acabar con “la maldición de los Gilbert”? Hablando de hechizos y demás desvaríos mágicos, me acabo de dar cuenta que no he mencionado a Boonie ni una sola vez en toda la entrada. Ale, mi particular repudio por acabar liada con el personaje más insoportable de todo Mystic Falls. Dicho esto, creo que he dejado bastante claro cuales son los personajes que me interesan y cuales no. Por eso mismo, de cara a la tercera temporada, deposito toda mi confianza en Klaus para que la purga en este pueblo, siga siendo tan efectiva y productiva como hasta ahora.
Uno se pone a pensar dónde comenzó todo en septiembre y dónde ha terminado en mayo, y comprende al instante cual es el encanto de Mystic Falls. Por eso mismo, si todavía no has completado la segunda temporada, será mejor que no sigas leyendo. ¡Spoilers!
22 capítulos que comenzaron con Katherine convirtiendo en vampiro a Caroline y que han terminado con Klaus reconvirtiendo a Stefan en un chupasangres sin control. Resulta obvio que han sido muchísimas las cosas que han sucedido entre medias, y como desde la season premiere no he vuelto a escribir sobre la serie (¿para qué? si a la semana siguiente todo iba a volver a ponerse patas arriba), mi intención aquí es no dejarme nada de entre todo lo que quiero destacar. Empezando por la que ha sido la trama central de toda la temporada, "la maldición del sol y la luna". Sin duda, fue un acierto el introducir dicha historia coincidiendo con la llegada de los hombres lobo a Mystic Falls, para después olvidarse de ella temporalmente y demostrar a última hora que en realidad se trataba de "la maldición de Klaus". Justo cuando el híbrido y los vampiros originales (con Eljah a la cabeza) ya se habían apropiado del interés del personal. De ahí que considere que esta temporada se pueda dividir sin problemas en dos partes: una primera en la que Katherine (de lo mejorcito del año aunque acabara desinflándose un poco hacia el final) y los hombres lobo lo eran todo, y una segunda, en la que Elijah... y finalmente Klaus, se convirtieron en los dos nombres más repetidos por Elena y el resto de cebos esparcidos por Mystics Falls.
Hablando de la reina de la función, después de la segunda temporada que se ha marcado la amiga, a Elena me atrevería a elevarla casi a la misma categoría en la que lleva el insoportable de su hermano desde el segundo en que apareció por la serie. Sí, por aquí vienen los tiros que me han llevado a titular la entrada con "La maldición de los Gilbert". En serio, un capítulo más viendo como la protagonista es incapaz de aguantarse las lágrimas o de tomar una decisión sin antes pensar en sus seres queridos... y no respondo. De todas maneras, teniendo como padres a dos suicidas muy oportunistas como han demostrado ser John (una lástima que no hayan querido o sabido aprovechar el potencial de David Anders) e Isobel, no me extraña que la niña haya salido así de dramática. De su relación con Stefan prefiero no hablar mucho porque cada escena romántica de la pareja (música pastelosa incluida) es de lo peor de cada capítulo y no me quiero calentar más de la cuenta. Lo que más me fastidia del personaje, es que después de estar siempre mareando la perdiz con lo mismo, al final sólo echa un par de lagrimitas por su querida tía Jenna, besa a Damon y manda un mensaje de texto a Stefan para ver qué tal le va todo como chupasangres profesional. Elena y sus tonterías me han superado, pero muy mucho. Menos mal que Nina Dobrev aún continuará interpretando a Katherine porque si no, ni el factor palote la salvaba.
Todo el día llorando por sus seres queridos, haciéndose la heroína con sus decisiones y sacrificios, etc. Lo mejor de todo llega cuando uno se pone a pensar y recuerda que tiene dieciséis añitos y es entonces cuando la credibilidad de los actos del personaje se va por el garete (mal que siempre acompañará a este tipo de series). Stefan es igual, pero tiene aún más delito por haber vivido ya unos cuantos añitos. Su anexión al clan Klaus, sin duda, es lo mejor que le podía pasar a un personaje que estaba tan estancando en su papel de héroe bondadoso, que es imposible que no resulte insoportable. Todo lo contrario que su hermano, un Damon que no ha dado ni la mitad de guerra que el año pasado, pero que aún así, sigue siendo el roba escenas profesional de Mystic Falls. Hacerse “bueno”, parece que por fin va a darle la recompensa que andaba buscado, aunque seguro que al inicio de la tercera temporada, Elena dirá que su beso a Damon no significó nada al estar el otro en el lecho de muerte y que ella a quien quiere es a su versión adulta de Justin Bieber (¿soy yo o Paul Wesley se parece mucho al niño del “baby, baby”?). No es que me interese demasiado la trama del triángulo amoroso, pero ya que ocupa gran parte de cada capítulo, pues quería hablar un poco sobre ella, y así de paso, deshaogarme lo justo y necesario.
Como del cliffhanger protagonizado por Jeremy no voy a hablar (me niego), ya que no me ha gustado y no me ha parecido nada espectacular por mucho que no lo viera venir y que pueda dar juego en el futuro, voy a centrarme en Caroline y su particular triángulo amoroso. Los hombres lobo (con Tyler a la cabeza) puede que no se hayan explotado al máximo, y que Matt haya seguido siendo tan desaprovechado como siempre (aunque por fin el muchacho ha descubierto que a su alrededor pasan cosas raras), pero aún así, para mí el personaje más interesante (y con diferencia) de esta segunda temporada, ha sido Caroline. Su transformación en vampiro ha dado un giro de 180 grados al personaje... y para mucho mejor. A ver si los guionistas se atreven a dar un paso parecido con Matt, que aunque puede que chirríe un poco el ir convirtiendo poco a poco a toda la tropa, casi lo hace más que todavía haya protagonistas humanos vivitos y coleando. Si dan el paso, espero que no sea para poco después "hacer un Jenna". Otro personaje que llevaba siendo prescindible desde el minuto uno (ligada a los Gilbert tenía que estar), y que cuando parece que podría empezar a aprovecharse, no dura ni un capítulo. En cuanto a Alaric, supongo que ahora cumplirá con el rol de hacer de tutor de Elena y Jeremy. Algo tendrá que hacer, digo yo.
Creo que no me dejo nada (ni a nadie) por comentar, al menos que me parezca relevante. No ha sido fácil condensar en unos cuantos párrafos, todo lo visto en 22 capítulos, y menos, de una serie como ‘The Vampire Diaries’. Quizás me ha salido una entrada un tanto negativa y marujona, pero al centrarme en los personajes, cuando uno sabe que no son precisamente el punto fuerte de la serie, pues era consciente de que podría pasar esto. A veces resulta necesario comentar los aspectos negativos más destacables, antes que citar los positivos. Al fin y al cabo, estos últimos siguen siendo los mismos que el primer año de la serie y de esos ya me ocupé a su debido tiempo. Por lo tanto, y en forma de conclusión, decir que ha sido una buena segunda temporada que ha servido para confirmar que lo de ‘The Vampire Diaries’ no fue flor de un día, pero que pese a ello, creo que ha estado un peldaño por debajo en comparacion a la primera entrega.
Me lo paso bien con ella y con eso es lo que me quedo, pero para la temporada que viene, voy a meditar la opción de ir reservándome capítulos para luego ir pegándome pequeños homenajes sangrientos en forma de maratón. De esta forma, no me percataría tanto de los defectos de la serie, y de paso, no tendría que lidiar con los molestos parones que se gasta la CW y que no ayudan para nada al disfrute del espectáculo. Y a vosotros, ¿qué os ha parecido la temporada? ¿Qué es lo que más os ha gustado y lo que menos? ¿Alguien en la sala conoce un conjuro (el número de alguno de los guionistas) para acabar con “la maldición de los Gilbert”? Hablando de hechizos y demás desvaríos mágicos, me acabo de dar cuenta que no he mencionado a Boonie ni una sola vez en toda la entrada. Ale, mi particular repudio por acabar liada con el personaje más insoportable de todo Mystic Falls. Dicho esto, creo que he dejado bastante claro cuales son los personajes que me interesan y cuales no. Por eso mismo, de cara a la tercera temporada, deposito toda mi confianza en Klaus para que la purga en este pueblo, siga siendo tan efectiva y productiva como hasta ahora.
Cuando comenzó la sexta temporada de ‘Supernatural’ en septiembre del año pasado, lancé una pregunta: ¿Hay vida para la serie después del Kripocalipsis? 22 capítulos después, por fin tengo la respuesta. Vida tiene, pero no debería haberla tenido, como era de esperar. Cuando una serie llega a una cima como la que alcanzó ‘Supernatural’ en su quinto año, sólo hay una razón para continuar tirando de la cuerda: money, money. Si las cadenas no se dejaran guiar (por muy lógico y comprensible que sea) por el color verde del dólar, los Winchester podrían haberse despedido en lo más alto. En cambio, la decisión de la CW de renovarla para otra campaña más (y ahora para una séptima y previsiblemente última entrega), sólo ha servido para que la pareja de hermanos perdiera parte del crédito logrado en los últimos años. ¿Comentamos el Año 1 después del Kripocalipsis?
Si todavía no sabes qué les ha deparado la carretera a los Winchester después del Kripocalipsis, será mejor que no sigas leyendo. Excepto que seas de los que se bajó del barco al final de la quinta temporada y quiera sabes qué es lo que se ha perdido... o ahorrado, según se vea. ¡Spoilers!
Si pienso que esta sexta temporada no debería haber existido, se debe a que la serie ha dejado de ser una de las que más esperaba cada semana para convertirse en una “obligación” de la que no saber qué esperar. Un cambio motivado por una campaña excesivamente irregular, que ha transmitido la sensación de ir como pollo sin cabeza. Hasta llegar a la recta final (que se dice pronto...), uno no sabía si los Winchester estaban enfrentándose a Crowley, a Eve, a Raphael, a Castiel... o simplemente seguían en el negocio de la cacería por pura inercia. La primera parte de la temporada directamente fue para olvidar, pues aunque justo a las puertas de llegar a navidades el asunto dio síntomas de mejoría, el esfuerzo para llegar hasta ahí, sólo es comparable al que tuve que hacer con su primera temporada, cuando era un simple entretenimientos sin pretensión alguna.
La historia familiar con los Campbell y un Sam que regresó del infierno sin alma, más un Crowley ejerciendo como villano principal (un traje que le quedó en todo momento demasiado grande), fue un relleno descarado y una decisión argumental nada afortunada, de la que poco positivo puedo decir. Es verdad que al final se ha demostrado que casi todo ha girado en torno a la importancia del rey del infierno, del purgatorio y las almas, pero el viaje no me ha convencido en ningún momento. Ver a un Sam totalmente distinto no estuvo mal, pero como si de un daño colateral se tratase, Dean también cambió, y por ahí, un servidor sí que no pasaba. Menos mal que el experimento no se alargó mucho más y con la ayuda de Death (La Muerte para los amigos) y su "muro para emergencias" (WTF) todo volvió aparentemente a la normalidad, dentro de lo posible.
De esta primera parte de la temporada, sólo me quedo con el capítulo dedicado a Bobby. Muy merecido, tanto como que Jim Beaver sea ascendido a actor regular, algo que no conseguirá (totalmente confirmado) ni en la séptima temporada. ¡Si sale en el 90% de los capítulos y lleva en la serie desde el final de la primera temporada! En serio, este caso merece ser investigado por los hermanos mucho más que algunas de las chorradas (no confundir con chorrisodios) con las que han lidiado este año los Winchester ¿Acaso Misha Collins se lo merece más cuando ha estado desaparecido durante casi toda la temporada? Mí, no entender. Castiel, Castiel. Aquí encuentro otro fundamento para ser tan duro con la sexta temporada, y no es para menos, pues han convertido a uno de los personajes favoritos por los seguidores, no en el futuro "villano" a batir en la séptima temporada (que también), sino en un oportuno salvavidas que sólo aparecía cuando los guionistas necesitaban tirar de él. Muchas de sus apariciones me dieron la sensación de servir sólo para recordar que el personaje andaba por ahí, mientras que su poco protagonismo era camuflado con esa guerra celestial en la que los ángeles se habían dividido en dos bandos (el de Raphael y el del propio Castiel), pero de la que sólo nos llegaba información con cuentagotas. Una chapuza, vamos.
Antes de centrarme en el giro argumental que ha tenido a Castiel como máximo protagonista, prefiero seguir comentando la temporada manteniendo un cierto orden. Centrándome ya en la segunda parte de la misma, la cosa empezó muy bien, con la introducción de un villano que a priori contaba con muchas papeletas para hacer que mereciera la pena seguir con la temporada. Eve, madre de todas las criaturas sobrenaturales. Lástima que casi de inmediato se demostrara que iba a convertirse en otra gran metedura de pata por parte de Serah Gamble (la nueva y actual showrunner) y su equipo de guionistas. También tengo que decir que a mi parecer, Julia Maxwell, ha demostrado ser una actriz muy justita, algo que no ayudó en nada al personaje. Al final, Eve duró medio telediario y fue eliminada al final del 6x19 "Mommy Dearest", momento en el que por fin descubrimos cual era el plan maestro dentro de esta temporada. Una historia que podrá haber gustado o no, pero lo que es innegable, es que a falta de cuatro capítulos para finiquitar la función hasta septiembre, una serie no puede dar la sensación de querer hacer borrón y cuenta nueva. Es por esto, por lo que después de darle alguna que otra vuelta al asunto, he llegado a la conclusión de que Eric Kripke tuvo que tener algo que ver en la toma de esta inesperada dirección.
El creador y showrunner de 'Supernatural' hasta el último instante de la quinta temporada, ha regresado a la serie este año para ocuparse del guión de la season finale, el 6x22 "The Man Who Knew Too Much". ¿Por qué decidió regresar de repente? ¿Será que no le estaba gustaba nada el rumbo tomado por la serie y decidió poner un poco de orden en el asunto? Mi opinión, es que por aquí deben de ir los tiros. Dejando las suposiciones a un lado, la cosa es que de repente, la sexta temporada dejó de andarse por las ramas para centrarse en el inesperado pacto que habían realizado Castiel y Crowley. Este último no había muerto, sólo estaba de parranda (al más puro estilo Kripke). Sinceramente, me parece un giro de tuerca bastante cogido por los pelos. Dicho esto, gracias a esta peculiar dupla, la sexta temporada por fin pudo ofrecer un capitulazo (chorrisodios aparte), como fue el 6x20 "The Man Who Would Be King". Curiosamente, el único de este año que ha tenido a Castiel como máximo protagonista y en el que el Ángel ha estado más de 10 minutos en pantalla.
A mí todo este revuelto de última hora, me dio la impresión de suponer un reseteo total a lo mostrado hasta entonces, cogiendo cosas de aquí y de allá para dar la impresión de que todo estaba controlado y pensado de antemano, pero sin llegar a resultar creíble. Si lo hubiera sido, Castiel no tendría que haberse pasado todo el capítulo (el 6x20) dando explicaciones y justificando esto y lo otro. Un episodio así, hace dos o incluso la temporada pasada, hubiera sido otra historia, no me cabe duda. Como del 6x21 "Let it Bleed" no recuerdo mucho (acabé dando más de una cabezada durante su visionado), me centro directamente en la season finale, donde por primera vez desde que veo 'Supernatural', no se me pusieron los pelos de punta al escuchar el mítico "Carry on my wayward son" de Kansas. Como final de temporada no estuvo mal, pero tampoco bien. Total, se podría haber resumido todo lo visto en un minuto, pues eso es lo que se tardó en decir adiós a Crowley y Raphael, mientras presentaban al nuevo Castiel, ese que está hasta las cejas de almas humanas y se cree un Dios. Un giro que se veía venir desde hacía tres capítulos y que quizás se salta un poco los parámetros estándar de la serie, pero que aceptaré como barco porque que creo que puede dar mucho juego de cara a la próxima temporada. Los Winchester se han quedado sin su ángel de la guarda, y encima, tendrán que arreglárselas para reconvertirlo, pues no cuento con que Castiel vaya a acabar siendo un trofeo de caza más para los hermanos.
Comentado todo lo que tenía que comentar al respecto de la sexta temporada, me he reservado para el final, la merecida mención a los tres chorrisodios de la campaña: el 6x09 "Clap Your Hands If You Believe", el 6x15 "The French Mistake" y el 6x18 "Frontierland". Muy buenos todos ellos (especialmente los dos últimos), siendo los únicos capítulos capaces de hacerme creer que estaba viendo la 'Supernatural' de tan solo un año atrás. El primero se lució con aquel mini homenaje a 'Expediente X', del segundo se ha hablado mucho de él por animarse a romper con soltura la cuarta pared, mientras que el tercero, me sorprendió tanto y para tan bien, que haciendo el balance de la temporada, creo que lo considero mi capítulo favorito de esta sexta. Mezcló a la perfección la trama principal (ahí todavía estábamos liados con Eve), el pasado mitológico de la serie (con un Colt que no era ni mucho menos como se esperaba) y grandes dosis de humor, de ese que tan bien le sienta a 'Supernatural'. "Mariscal Eastwood, Clint Eastwood... éste es Walker, es un Ranger de Texas". Dicho esto, ya no me quedan más balas en la recámara, así que hasta septiembre cierro el chiringuito sobrenatural, con la ilusa esperanza de que los errores cometidos este año, hayan sido una simple novatada por parte de los nuevos conductores. Si va a ser la última temporada, me gustaría que estuviera a la altura de lo que esta serie se ganó durante cuatro años. Si de paso se descubre que Bobby en realidad era Dios camuflado (el verdadero), pues casi que mejor.
Si todavía no sabes qué les ha deparado la carretera a los Winchester después del Kripocalipsis, será mejor que no sigas leyendo. Excepto que seas de los que se bajó del barco al final de la quinta temporada y quiera sabes qué es lo que se ha perdido... o ahorrado, según se vea. ¡Spoilers!
Si pienso que esta sexta temporada no debería haber existido, se debe a que la serie ha dejado de ser una de las que más esperaba cada semana para convertirse en una “obligación” de la que no saber qué esperar. Un cambio motivado por una campaña excesivamente irregular, que ha transmitido la sensación de ir como pollo sin cabeza. Hasta llegar a la recta final (que se dice pronto...), uno no sabía si los Winchester estaban enfrentándose a Crowley, a Eve, a Raphael, a Castiel... o simplemente seguían en el negocio de la cacería por pura inercia. La primera parte de la temporada directamente fue para olvidar, pues aunque justo a las puertas de llegar a navidades el asunto dio síntomas de mejoría, el esfuerzo para llegar hasta ahí, sólo es comparable al que tuve que hacer con su primera temporada, cuando era un simple entretenimientos sin pretensión alguna.
La historia familiar con los Campbell y un Sam que regresó del infierno sin alma, más un Crowley ejerciendo como villano principal (un traje que le quedó en todo momento demasiado grande), fue un relleno descarado y una decisión argumental nada afortunada, de la que poco positivo puedo decir. Es verdad que al final se ha demostrado que casi todo ha girado en torno a la importancia del rey del infierno, del purgatorio y las almas, pero el viaje no me ha convencido en ningún momento. Ver a un Sam totalmente distinto no estuvo mal, pero como si de un daño colateral se tratase, Dean también cambió, y por ahí, un servidor sí que no pasaba. Menos mal que el experimento no se alargó mucho más y con la ayuda de Death (La Muerte para los amigos) y su "muro para emergencias" (WTF) todo volvió aparentemente a la normalidad, dentro de lo posible.
De esta primera parte de la temporada, sólo me quedo con el capítulo dedicado a Bobby. Muy merecido, tanto como que Jim Beaver sea ascendido a actor regular, algo que no conseguirá (totalmente confirmado) ni en la séptima temporada. ¡Si sale en el 90% de los capítulos y lleva en la serie desde el final de la primera temporada! En serio, este caso merece ser investigado por los hermanos mucho más que algunas de las chorradas (no confundir con chorrisodios) con las que han lidiado este año los Winchester ¿Acaso Misha Collins se lo merece más cuando ha estado desaparecido durante casi toda la temporada? Mí, no entender. Castiel, Castiel. Aquí encuentro otro fundamento para ser tan duro con la sexta temporada, y no es para menos, pues han convertido a uno de los personajes favoritos por los seguidores, no en el futuro "villano" a batir en la séptima temporada (que también), sino en un oportuno salvavidas que sólo aparecía cuando los guionistas necesitaban tirar de él. Muchas de sus apariciones me dieron la sensación de servir sólo para recordar que el personaje andaba por ahí, mientras que su poco protagonismo era camuflado con esa guerra celestial en la que los ángeles se habían dividido en dos bandos (el de Raphael y el del propio Castiel), pero de la que sólo nos llegaba información con cuentagotas. Una chapuza, vamos.
Antes de centrarme en el giro argumental que ha tenido a Castiel como máximo protagonista, prefiero seguir comentando la temporada manteniendo un cierto orden. Centrándome ya en la segunda parte de la misma, la cosa empezó muy bien, con la introducción de un villano que a priori contaba con muchas papeletas para hacer que mereciera la pena seguir con la temporada. Eve, madre de todas las criaturas sobrenaturales. Lástima que casi de inmediato se demostrara que iba a convertirse en otra gran metedura de pata por parte de Serah Gamble (la nueva y actual showrunner) y su equipo de guionistas. También tengo que decir que a mi parecer, Julia Maxwell, ha demostrado ser una actriz muy justita, algo que no ayudó en nada al personaje. Al final, Eve duró medio telediario y fue eliminada al final del 6x19 "Mommy Dearest", momento en el que por fin descubrimos cual era el plan maestro dentro de esta temporada. Una historia que podrá haber gustado o no, pero lo que es innegable, es que a falta de cuatro capítulos para finiquitar la función hasta septiembre, una serie no puede dar la sensación de querer hacer borrón y cuenta nueva. Es por esto, por lo que después de darle alguna que otra vuelta al asunto, he llegado a la conclusión de que Eric Kripke tuvo que tener algo que ver en la toma de esta inesperada dirección.
El creador y showrunner de 'Supernatural' hasta el último instante de la quinta temporada, ha regresado a la serie este año para ocuparse del guión de la season finale, el 6x22 "The Man Who Knew Too Much". ¿Por qué decidió regresar de repente? ¿Será que no le estaba gustaba nada el rumbo tomado por la serie y decidió poner un poco de orden en el asunto? Mi opinión, es que por aquí deben de ir los tiros. Dejando las suposiciones a un lado, la cosa es que de repente, la sexta temporada dejó de andarse por las ramas para centrarse en el inesperado pacto que habían realizado Castiel y Crowley. Este último no había muerto, sólo estaba de parranda (al más puro estilo Kripke). Sinceramente, me parece un giro de tuerca bastante cogido por los pelos. Dicho esto, gracias a esta peculiar dupla, la sexta temporada por fin pudo ofrecer un capitulazo (chorrisodios aparte), como fue el 6x20 "The Man Who Would Be King". Curiosamente, el único de este año que ha tenido a Castiel como máximo protagonista y en el que el Ángel ha estado más de 10 minutos en pantalla.
A mí todo este revuelto de última hora, me dio la impresión de suponer un reseteo total a lo mostrado hasta entonces, cogiendo cosas de aquí y de allá para dar la impresión de que todo estaba controlado y pensado de antemano, pero sin llegar a resultar creíble. Si lo hubiera sido, Castiel no tendría que haberse pasado todo el capítulo (el 6x20) dando explicaciones y justificando esto y lo otro. Un episodio así, hace dos o incluso la temporada pasada, hubiera sido otra historia, no me cabe duda. Como del 6x21 "Let it Bleed" no recuerdo mucho (acabé dando más de una cabezada durante su visionado), me centro directamente en la season finale, donde por primera vez desde que veo 'Supernatural', no se me pusieron los pelos de punta al escuchar el mítico "Carry on my wayward son" de Kansas. Como final de temporada no estuvo mal, pero tampoco bien. Total, se podría haber resumido todo lo visto en un minuto, pues eso es lo que se tardó en decir adiós a Crowley y Raphael, mientras presentaban al nuevo Castiel, ese que está hasta las cejas de almas humanas y se cree un Dios. Un giro que se veía venir desde hacía tres capítulos y que quizás se salta un poco los parámetros estándar de la serie, pero que aceptaré como barco porque que creo que puede dar mucho juego de cara a la próxima temporada. Los Winchester se han quedado sin su ángel de la guarda, y encima, tendrán que arreglárselas para reconvertirlo, pues no cuento con que Castiel vaya a acabar siendo un trofeo de caza más para los hermanos.
Comentado todo lo que tenía que comentar al respecto de la sexta temporada, me he reservado para el final, la merecida mención a los tres chorrisodios de la campaña: el 6x09 "Clap Your Hands If You Believe", el 6x15 "The French Mistake" y el 6x18 "Frontierland". Muy buenos todos ellos (especialmente los dos últimos), siendo los únicos capítulos capaces de hacerme creer que estaba viendo la 'Supernatural' de tan solo un año atrás. El primero se lució con aquel mini homenaje a 'Expediente X', del segundo se ha hablado mucho de él por animarse a romper con soltura la cuarta pared, mientras que el tercero, me sorprendió tanto y para tan bien, que haciendo el balance de la temporada, creo que lo considero mi capítulo favorito de esta sexta. Mezcló a la perfección la trama principal (ahí todavía estábamos liados con Eve), el pasado mitológico de la serie (con un Colt que no era ni mucho menos como se esperaba) y grandes dosis de humor, de ese que tan bien le sienta a 'Supernatural'. "Mariscal Eastwood, Clint Eastwood... éste es Walker, es un Ranger de Texas". Dicho esto, ya no me quedan más balas en la recámara, así que hasta septiembre cierro el chiringuito sobrenatural, con la ilusa esperanza de que los errores cometidos este año, hayan sido una simple novatada por parte de los nuevos conductores. Si va a ser la última temporada, me gustaría que estuviera a la altura de lo que esta serie se ganó durante cuatro años. Si de paso se descubre que Bobby en realidad era Dios camuflado (el verdadero), pues casi que mejor.
El verano suele ser la época en la que todos aprovechamos el poco tiempo (para ver series) del que disponemos para ponernos con los “deberes” que dejamos sin hacer a lo largo del curso. Sirve para eso, y para empezar con más de una serie de esas que llevan la tira de tiempo en nuestras particulares “listas negras”. Ojeando esta fantástica entrada de "Vaya Tele", donde repasan todos los regresos que se producirán en el periodo estival (sin contar los estrenos, para eso hay que mirar aquí y aquí), me he dado cuenta que estos próximos meses también van a estar la tira de ajetreados. Vamos que el clásico "me la reservo para verano", ya no vale lo mismo que antes.
No seré yo quien se queje, pues mucho y bueno es lo que está a punto de regresar a la televisión por cable americana . En mi caso, veré la cuarta temporada de ‘True Blood’ (regresa el 26 de junio), la séptima de ‘Weeds’ (27 de junio), la cuarta de ‘Torchwood’ (8 de julio), la octava de ‘Curb Your Enthusiasm’ (10 de julio), la 4.5. de ‘Eureka’ (11 de julio), la cuarta de ‘Damages’ (13 de julio), y finalmente, la octava y última de ‘Entourage’ (24 de julio, será mi particular y seriéfilo regalo de cumpleaños). Además de todas éstas, que no son pocas, me he reservado el que sin duda será el plato fuerte del verano: la cuarta temporada de ‘Breaking Bad’. El 17 de julio, fecha de estreno de la susodicha, lleva tiempo grabado con fuego en mi calendario.
Seguramente, si preguntas a cualquiera que sea seguidor de las aventuras de la dupla que conforman Walter White y Jesse Pinkman, te dirán que para ellos también es el regreso más esperado del verano. No es para menos y no es ninguna sorpresa. Casi ha pasado un año (el 3x13 “Full Measure” se emitió el 13 de junio de 2010) desde que la tercera temporada finalizara con aquel cliffhanger que consiguió dejarme con la mirada fija y puesta en la pantalla, pese a que el capítulo ya había terminado (quien lo haya visto, seguro que me entiende). Demasiado tiempo sin mi dosis de este adictivo cristal azul que es ‘Breaking Bad’. Tanto, que este año la serie no participará en la próxima edición de los premios Emmy (no entraba dentro del plazo), para alegría del gremio de actores de Hollywood. Bryans Cranston y Aaron Paul no podrán repetir el pelotazo del año pasado.
Una espera que se ha hecho eterna, pero que en los últimos tiempos y a partir de que AMC comenzara a poner en marcha la campaña promocional, se está haciendo más y más complicada. El mono que provoca esta serie, es perfectamente equiparable al que en su día provocaban ____ (aquí que cada uno inserte las series que crea convenientes). Por eso mismo, me ha parecido una buena idea compartir algunos vídeos para que aquellos que aún no los hayan visto, se sumen a la fiesta del mono de ‘Breaking Bad’. Los voy a dividir en dos partes, una primera que me ha dado por llamar "La otra cara de ‘Breaking Bad’", mientras que la segunda, será sólo apta para aquellos que ya hayan disfrutado de las tres temporadas de la serie. ¡Yo, bitch!
1. Desternillantes tomas falsas de la segunda temporada (Mr. Emmy es grande dentro y fuera de la pantalla):
2. La audición de Aaron Paul para su Jesse Pinkman. Aquí la de Death Norris (Hank Schrader), aquí la de Ann Gunn (Skyler White) y aquí la de Betsy Brandt (Marie Schrader).
3. La dupla de los Emmy. Ver a Aaron Paul recibirlo (2010) fue lo más, pero Bryan Cranston es el Mr. Emmy por excelencia. Aquí (2008), aquí (2009) y...
A partir de aquí, los vídeos estarán repletos de spoilers, con algunas de las imágenes más contundentes de la serie, por lo que recomiendo que sólo sean vistos por aquellos que ya hayan disfrutado de las tres temporadas del gran Heisenberg y compañía. Todos son muy recomendables y estoy seguro que harán las delicias de más de uno. De paso, aprovecho para animar a todos aquellos que están pensando comenzar con una nueva serie (o varias) este verano, a que tengan muy en cuenta 'Breaking Bad'. Pocas series son una apuesta tan segura como ella. El título de ser una de las mejores propuestas que se puede ver en la actualidad, no es gratuito, no...
1. Fantástica promo (subtitulada) de la cuarta temporada:
2. El año pasado AMC se marcó una señora recapitulación de 6 minutos, pero me quedo con la que ha hecho ahora para repasar las tres primeras temporadas, a ritmo del "Paper Planes" de Mia:
3. No podía acabar sin incluirlos. ¡Los Cuates de Sinaloa, mi compa!
17 de Julio... Yeah Mr. White! Yeah Science!
No seré yo quien se queje, pues mucho y bueno es lo que está a punto de regresar a la televisión por cable americana . En mi caso, veré la cuarta temporada de ‘True Blood’ (regresa el 26 de junio), la séptima de ‘Weeds’ (27 de junio), la cuarta de ‘Torchwood’ (8 de julio), la octava de ‘Curb Your Enthusiasm’ (10 de julio), la 4.5. de ‘Eureka’ (11 de julio), la cuarta de ‘Damages’ (13 de julio), y finalmente, la octava y última de ‘Entourage’ (24 de julio, será mi particular y seriéfilo regalo de cumpleaños). Además de todas éstas, que no son pocas, me he reservado el que sin duda será el plato fuerte del verano: la cuarta temporada de ‘Breaking Bad’. El 17 de julio, fecha de estreno de la susodicha, lleva tiempo grabado con fuego en mi calendario.
Seguramente, si preguntas a cualquiera que sea seguidor de las aventuras de la dupla que conforman Walter White y Jesse Pinkman, te dirán que para ellos también es el regreso más esperado del verano. No es para menos y no es ninguna sorpresa. Casi ha pasado un año (el 3x13 “Full Measure” se emitió el 13 de junio de 2010) desde que la tercera temporada finalizara con aquel cliffhanger que consiguió dejarme con la mirada fija y puesta en la pantalla, pese a que el capítulo ya había terminado (quien lo haya visto, seguro que me entiende). Demasiado tiempo sin mi dosis de este adictivo cristal azul que es ‘Breaking Bad’. Tanto, que este año la serie no participará en la próxima edición de los premios Emmy (no entraba dentro del plazo), para alegría del gremio de actores de Hollywood. Bryans Cranston y Aaron Paul no podrán repetir el pelotazo del año pasado.
Una espera que se ha hecho eterna, pero que en los últimos tiempos y a partir de que AMC comenzara a poner en marcha la campaña promocional, se está haciendo más y más complicada. El mono que provoca esta serie, es perfectamente equiparable al que en su día provocaban ____ (aquí que cada uno inserte las series que crea convenientes). Por eso mismo, me ha parecido una buena idea compartir algunos vídeos para que aquellos que aún no los hayan visto, se sumen a la fiesta del mono de ‘Breaking Bad’. Los voy a dividir en dos partes, una primera que me ha dado por llamar "La otra cara de ‘Breaking Bad’", mientras que la segunda, será sólo apta para aquellos que ya hayan disfrutado de las tres temporadas de la serie. ¡Yo, bitch!
1. Desternillantes tomas falsas de la segunda temporada (Mr. Emmy es grande dentro y fuera de la pantalla):
2. La audición de Aaron Paul para su Jesse Pinkman. Aquí la de Death Norris (Hank Schrader), aquí la de Ann Gunn (Skyler White) y aquí la de Betsy Brandt (Marie Schrader).
3. La dupla de los Emmy. Ver a Aaron Paul recibirlo (2010) fue lo más, pero Bryan Cranston es el Mr. Emmy por excelencia. Aquí (2008), aquí (2009) y...
A partir de aquí, los vídeos estarán repletos de spoilers, con algunas de las imágenes más contundentes de la serie, por lo que recomiendo que sólo sean vistos por aquellos que ya hayan disfrutado de las tres temporadas del gran Heisenberg y compañía. Todos son muy recomendables y estoy seguro que harán las delicias de más de uno. De paso, aprovecho para animar a todos aquellos que están pensando comenzar con una nueva serie (o varias) este verano, a que tengan muy en cuenta 'Breaking Bad'. Pocas series son una apuesta tan segura como ella. El título de ser una de las mejores propuestas que se puede ver en la actualidad, no es gratuito, no...
1. Fantástica promo (subtitulada) de la cuarta temporada:
2. El año pasado AMC se marcó una señora recapitulación de 6 minutos, pero me quedo con la que ha hecho ahora para repasar las tres primeras temporadas, a ritmo del "Paper Planes" de Mia:
3. No podía acabar sin incluirlos. ¡Los Cuates de Sinaloa, mi compa!
17 de Julio... Yeah Mr. White! Yeah Science!
La midseason 2011 estaba pasando sin plena de gloria, hasta que la AMC estrenó allá por el mes de febrero, 'The Killing', remake de la danesa 'Forbrydelsen'. Entre que las veteranas no estaban dando su mejor versión y que los estrenos que estaban llegando no invitaban a levantar la ilusión colectiva, de repente, fue como si todo el mundo encontrara en esta serie un rayo de esperanza. Un punto de partida que recordaba demasiado a 'Twin Peaks', la garantía de calidad que supone ver una serie con la "mosca" de AMC en la pantalla, reunir un elenco protagonista que combinaba rostros más que conocidos (Michelle Forbes, Callum Keith Rennie, Bill Campbell) con otros que no lo eran tanto (Joel Kinnaman, Mireille Enos), así como tener un caso de asesinato que se resolvería a lo largo de su primera temporada (simplemente en 13 capítulos), eran los principales alicientes con los que contaba 'The Killing' para llamar la atención. Seguramente si se hubiera estrenado en septiembre, habría tardado varias semanas (o quizás más... o quizás menos) en hacerlo, pero la cosa es que para mi sorpresa, todo el mundo se animó rápidamente en darle una oportunidad.
Ante la imposibilidad de no caer rendido ante la dureza y la ambientación de su doble capítulo inaugural, hasta el vecino del quinto empezó a hablar maravillas sobre 'The Killing'. Aquí, mi particular granito de arena. Más de uno, incluso se apresuró en decir que estábamos ante el mejor estreno del año. Después de una larga época de sequía y sin apenas alegrías, es normal esperar con ansias la lluvia, pero no por ello hay que apresurarse a la hora de tocar las campanas de las grandes ocasiones. Si es verdad que la serie me está pareciendo buena, con el paso de los capítulos me ha ido demostrando algo que recuerdo percibir al poco de comenzarla... que tampoco iba a ser para tanto. En Twitter, por ejemplo, tras ver un nuevo episodio, siempre decía cosas del tipo: "ha estado bien, pero sigo pensando que le falta algo" o "no ha estado mal, pero estamos igual que la semana pasada". Hoy, sin ir más lejos, después de ver del tirón el 1x10 "I'll Let You Know When I Get There" y el 1x11 "Missing", he combinado ambos mensajes y me ha salido: "a este paso, me da a mí que el caso de Rosie Larsen no se cierra esta temporada, no". Queriendo dejar claro que a falta de dos capítulos, como espectador, siento que prácticamente no ha pasado nada y que estoy en la casilla de salida. Esto, por muy buena que me pueda llegar a parecer una determinada serie, nunca podrá ser buena señal, y menos, con una historia principal de esta índole. Sí, le ha faltado echar carnaza.
Cuando una historia se centra en un único caso de asesinato, tiene que contar con dos ingredientes fundamentales: buenos personajes y una más que amplia colección de giros para ir dosificándolos con el transcurso de los capítulos. Descubrir la identidad del asesino de turno, a veces no es suficiente para mantener al espectador pegado frente al televisor. David Lynch y Mark Frost debían saberlo, y por eso mismo, 'Twin Peaks' nunca llegó a girar realmente en torno al asesinato de Laura Palmer, sino en aquel místico lugar y su variopinta población. En 'The Killing', la novedad la encontramos en que el asesinato de Rosie Larsen se está tratando desde tres perspectivas diferentes: la investigación policial, la familia y los presuntos sospechosos (el primero en salir, nunca será el asesino, nunca). Luego, habría que añadir un "bonus track", como está siendo la trama política encabezada por el concejal Richmond. Esa que está dando tanto de que hablar, por su poca relevancia y falta de interés a lo largo de toda la temporada. Desde el principio, todas las pistas indican que el asesino saldrá de ahí, pero ni aún así, habrá merecido la pena el tragarse una trama tan insulsa e insípida como está siendo la carrera electoral a la alcaldía de Seattle, esa ciudad en la que nunca sale el sol. En realidad, esta suposición es más por lógica que por razonamientos empíricos, pues quitando el coche de la discordia, la investigación de Holder y Linden no ha hecho otra cosa que dar palos de ciego. Un sacrificado trabajo, pero aún sin recompensa.
Una investigación policial, que desde el principio parecía que iba a ser el pilar central de la temporada, pero que a fin de cuentas, no lo ha sido tanto. Es más, estoy convencido de que la "perspectiva" favorita de la gran mayoría, seguramente sea la de la familia de Rosie, gracias sobre todo a los padres de ella, y a las actuaciones que se están marcando Michelle Forbes y Brent Sexton. Es una historia muy dura, pero aporta una visión de la muerte de una chica joven que pocas veces ha sido tratada y se ha podido ver de una forma tan realista. Retomando el tema de la pareja de detectives, me he encontrado con un claro caso de "poli bueno" y "poli malo", pero no por su "modus operandi". Mientras que a la Detective Linden, me costó pillarla el truco al principio (y sigo sin hacerlo), con el Detective Holder me pasó justo lo contrario (y sigue siendo mi personaje favorito). La historia personal de la primera me aburre mucho y considero que su permanencia en el caso está demasiado cogida por los pelos, después de que haya perdido el "vuelo" demasiadas veces. Contando que estamos ante la máxima protagonista de la función, resulta evidente que aquí encuentro un "pero" a la serie. Quizás simplemente sea cosa mía, pues reconozco que no he conseguido ver en Mireille Enos otra cosa que no sea un rostro pálido e inexpresivo. Entonces ¿culpo a la actriz o al personaje? Sinceramente, y por mucho que lo piense, no me decido.
En resumidas cuentas, y a falta de ver los dos últimos capítulos, opino que 'The Killing' es una
buena serie, pero lejos de considerarla una de las imprescindibles de los últimos años. Tiene cosas muy buenas (técnicamente es impecable), pero también tiene muchos defectos que le hacen perder puntos en el total. Nunca he tenido problemas con las series en las que aparentemente "nunca suecede nada", pero es verdad que aquí las cosas se han tomado con demasiada calma, sin que por ello se hayan potenciado otros aspectos básicos como el desarrollo de determinados personajes y sus respectivas tramas personales. Por no hablar de la falta de giros argumentales en la historia (ni una sorpresa...), lo que irremediablemente ha hecho que el caso de Rosie Larsen no haya dado el juego que podría y tendría que haber dado. En estos dos últimos capítulos, seguro que muchos de los puntos que he "criticado" se solventan, y precisamente por eso, me apetecía dejar por escrito mi valoración personal sobre la serie hasta este momento. Por fin, creo que es la hora de disfrutar de esa 'The Killing' que llevo esperando encontrarme desde que comenzó. ¿Meterá quinta o hasta el último segundo seguirá manteniendo su ritmo pausado y constante? Próximamente, la respuesta.
Por último, y como si de una posdata se tratara, no deja de resultarme curioso que AMC todavía no haya renovado la serie para una segunda temporada, la cual hipotéticamente se centraría en un caso totalmente diferente. La crítica se ha portado bien con la serie, y en materia de audiencias, está haciendo unos números similares a los que consiguió la cuarta temporada de 'Mad Men', por ejemplo. No pasaría "nada" tampoco si finalmente 'The Killing' no renovara (por eso de contar una historia con final cerrado y tal), pero me "preocupa" que la cadena empiece a aspirar más alto de lo que debería. ¿A ver si esperaban repetir el mismo pelotazo que con 'The Walking Dead'? Comercialmente, sería de ilusos comparar la incesante lluvia de Seattle, con una hambrienta horda de zombies. ¿Soy el único que no entiende cómo es posible que 'The Killing' aún no esté renovada?
Ante la imposibilidad de no caer rendido ante la dureza y la ambientación de su doble capítulo inaugural, hasta el vecino del quinto empezó a hablar maravillas sobre 'The Killing'. Aquí, mi particular granito de arena. Más de uno, incluso se apresuró en decir que estábamos ante el mejor estreno del año. Después de una larga época de sequía y sin apenas alegrías, es normal esperar con ansias la lluvia, pero no por ello hay que apresurarse a la hora de tocar las campanas de las grandes ocasiones. Si es verdad que la serie me está pareciendo buena, con el paso de los capítulos me ha ido demostrando algo que recuerdo percibir al poco de comenzarla... que tampoco iba a ser para tanto. En Twitter, por ejemplo, tras ver un nuevo episodio, siempre decía cosas del tipo: "ha estado bien, pero sigo pensando que le falta algo" o "no ha estado mal, pero estamos igual que la semana pasada". Hoy, sin ir más lejos, después de ver del tirón el 1x10 "I'll Let You Know When I Get There" y el 1x11 "Missing", he combinado ambos mensajes y me ha salido: "a este paso, me da a mí que el caso de Rosie Larsen no se cierra esta temporada, no". Queriendo dejar claro que a falta de dos capítulos, como espectador, siento que prácticamente no ha pasado nada y que estoy en la casilla de salida. Esto, por muy buena que me pueda llegar a parecer una determinada serie, nunca podrá ser buena señal, y menos, con una historia principal de esta índole. Sí, le ha faltado echar carnaza.
Cuando una historia se centra en un único caso de asesinato, tiene que contar con dos ingredientes fundamentales: buenos personajes y una más que amplia colección de giros para ir dosificándolos con el transcurso de los capítulos. Descubrir la identidad del asesino de turno, a veces no es suficiente para mantener al espectador pegado frente al televisor. David Lynch y Mark Frost debían saberlo, y por eso mismo, 'Twin Peaks' nunca llegó a girar realmente en torno al asesinato de Laura Palmer, sino en aquel místico lugar y su variopinta población. En 'The Killing', la novedad la encontramos en que el asesinato de Rosie Larsen se está tratando desde tres perspectivas diferentes: la investigación policial, la familia y los presuntos sospechosos (el primero en salir, nunca será el asesino, nunca). Luego, habría que añadir un "bonus track", como está siendo la trama política encabezada por el concejal Richmond. Esa que está dando tanto de que hablar, por su poca relevancia y falta de interés a lo largo de toda la temporada. Desde el principio, todas las pistas indican que el asesino saldrá de ahí, pero ni aún así, habrá merecido la pena el tragarse una trama tan insulsa e insípida como está siendo la carrera electoral a la alcaldía de Seattle, esa ciudad en la que nunca sale el sol. En realidad, esta suposición es más por lógica que por razonamientos empíricos, pues quitando el coche de la discordia, la investigación de Holder y Linden no ha hecho otra cosa que dar palos de ciego. Un sacrificado trabajo, pero aún sin recompensa.
Una investigación policial, que desde el principio parecía que iba a ser el pilar central de la temporada, pero que a fin de cuentas, no lo ha sido tanto. Es más, estoy convencido de que la "perspectiva" favorita de la gran mayoría, seguramente sea la de la familia de Rosie, gracias sobre todo a los padres de ella, y a las actuaciones que se están marcando Michelle Forbes y Brent Sexton. Es una historia muy dura, pero aporta una visión de la muerte de una chica joven que pocas veces ha sido tratada y se ha podido ver de una forma tan realista. Retomando el tema de la pareja de detectives, me he encontrado con un claro caso de "poli bueno" y "poli malo", pero no por su "modus operandi". Mientras que a la Detective Linden, me costó pillarla el truco al principio (y sigo sin hacerlo), con el Detective Holder me pasó justo lo contrario (y sigue siendo mi personaje favorito). La historia personal de la primera me aburre mucho y considero que su permanencia en el caso está demasiado cogida por los pelos, después de que haya perdido el "vuelo" demasiadas veces. Contando que estamos ante la máxima protagonista de la función, resulta evidente que aquí encuentro un "pero" a la serie. Quizás simplemente sea cosa mía, pues reconozco que no he conseguido ver en Mireille Enos otra cosa que no sea un rostro pálido e inexpresivo. Entonces ¿culpo a la actriz o al personaje? Sinceramente, y por mucho que lo piense, no me decido.
En resumidas cuentas, y a falta de ver los dos últimos capítulos, opino que 'The Killing' es una
buena serie, pero lejos de considerarla una de las imprescindibles de los últimos años. Tiene cosas muy buenas (técnicamente es impecable), pero también tiene muchos defectos que le hacen perder puntos en el total. Nunca he tenido problemas con las series en las que aparentemente "nunca suecede nada", pero es verdad que aquí las cosas se han tomado con demasiada calma, sin que por ello se hayan potenciado otros aspectos básicos como el desarrollo de determinados personajes y sus respectivas tramas personales. Por no hablar de la falta de giros argumentales en la historia (ni una sorpresa...), lo que irremediablemente ha hecho que el caso de Rosie Larsen no haya dado el juego que podría y tendría que haber dado. En estos dos últimos capítulos, seguro que muchos de los puntos que he "criticado" se solventan, y precisamente por eso, me apetecía dejar por escrito mi valoración personal sobre la serie hasta este momento. Por fin, creo que es la hora de disfrutar de esa 'The Killing' que llevo esperando encontrarme desde que comenzó. ¿Meterá quinta o hasta el último segundo seguirá manteniendo su ritmo pausado y constante? Próximamente, la respuesta.
Por último, y como si de una posdata se tratara, no deja de resultarme curioso que AMC todavía no haya renovado la serie para una segunda temporada, la cual hipotéticamente se centraría en un caso totalmente diferente. La crítica se ha portado bien con la serie, y en materia de audiencias, está haciendo unos números similares a los que consiguió la cuarta temporada de 'Mad Men', por ejemplo. No pasaría "nada" tampoco si finalmente 'The Killing' no renovara (por eso de contar una historia con final cerrado y tal), pero me "preocupa" que la cadena empiece a aspirar más alto de lo que debería. ¿A ver si esperaban repetir el mismo pelotazo que con 'The Walking Dead'? Comercialmente, sería de ilusos comparar la incesante lluvia de Seattle, con una hambrienta horda de zombies. ¿Soy el único que no entiende cómo es posible que 'The Killing' aún no esté renovada?