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La midseason 2011 estaba pasando sin plena de gloria, hasta que la
AMC estrenó allá por el mes de febrero, '
The Killing', remake de la danesa 'Forbrydelsen'. Entre que las veteranas no estaban dando su mejor versión y que los estrenos que estaban llegando no invitaban a levantar la ilusión colectiva, de repente, fue como si todo el mundo encontrara en esta serie un rayo de esperanza. Un punto de partida que recordaba demasiado a 'Twin Peaks', la garantía de calidad que supone ver una serie con la "mosca" de AMC en la pantalla, reunir un elenco protagonista que combinaba rostros más que conocidos (
Michelle Forbes,
Callum Keith Rennie,
Bill Campbell) con otros que no lo eran tanto (
Joel Kinnaman,
Mireille Enos), así como tener un caso de asesinato que se resolvería a lo largo de su primera temporada (simplemente en 13 capítulos), eran los principales alicientes con los que contaba 'The Killing' para llamar la atención. Seguramente si se hubiera estrenado en septiembre, habría tardado varias semanas (o quizás más... o quizás menos) en hacerlo, pero la cosa es que para mi sorpresa, todo el mundo se animó rápidamente en darle una oportunidad.
Ante la imposibilidad de no caer rendido ante la dureza y la ambientación de su doble capítulo inaugural, hasta el vecino del quinto empezó a hablar maravillas sobre 'The Killing'.
Aquí, mi particular granito de arena. Más de uno, incluso se apresuró en decir que estábamos ante el mejor estreno del año. Después de una larga época de sequía y sin apenas alegrías, es normal esperar con ansias la lluvia, pero no por ello hay que apresurarse a la hora de tocar las campanas de las grandes ocasiones. Si es verdad que la serie me está pareciendo buena, con el paso de los capítulos me ha ido demostrando algo que recuerdo percibir al poco de comenzarla... que tampoco iba a ser para tanto. En
Twitter, por ejemplo, tras ver un nuevo episodio, siempre decía cosas del tipo: "ha estado bien, pero sigo pensando que le falta algo" o "no ha estado mal, pero estamos igual que la semana pasada". Hoy, sin ir más lejos, después de ver del tirón el 1x10 "I'll Let You Know When I Get There" y el 1x11 "Missing", he combinado ambos mensajes y me ha salido: "a este paso, me da a mí que el caso de Rosie Larsen no se cierra esta temporada, no". Queriendo dejar claro que a falta de dos capítulos, como espectador, siento que prácticamente no ha pasado nada y que estoy en la casilla de salida. Esto, por muy buena que me pueda llegar a parecer una determinada serie, nunca podrá ser buena señal, y menos, con una historia principal de esta índole. Sí, le ha faltado echar carnaza.
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Cuando una historia se centra en un único caso de asesinato, tiene que contar con dos ingredientes fundamentales: buenos personajes y una más que amplia colección de giros para ir dosificándolos con el transcurso de los capítulos. Descubrir la identidad del asesino de turno, a veces no es suficiente para mantener al espectador pegado frente al televisor.
David Lynch y
Mark Frost debían saberlo, y por eso mismo, 'Twin Peaks' nunca llegó a girar realmente en torno al asesinato de Laura Palmer, sino en aquel místico lugar y su variopinta población. En 'The Killing', la novedad la encontramos en que el asesinato de Rosie Larsen se está tratando desde tres perspectivas diferentes: la investigación policial, la familia y los presuntos sospechosos (el primero en salir, nunca será el asesino, nunca). Luego, habría que añadir un "bonus track", como está siendo la trama política encabezada por el concejal Richmond. Esa que está dando tanto de que hablar, por su poca relevancia y falta de interés a lo largo de toda la temporada. Desde el principio, todas las pistas indican que el asesino saldrá de ahí, pero ni aún así, habrá merecido la pena el tragarse una trama tan insulsa e insípida como está siendo la carrera electoral a la alcaldía de Seattle, esa ciudad en la que nunca sale el sol. En realidad, esta suposición es más por lógica que por razonamientos empíricos, pues quitando el coche de la discordia, la investigación de Holder y Linden no ha hecho otra cosa que dar palos de ciego. Un sacrificado trabajo, pero aún sin recompensa.
Una investigación policial, que desde el principio parecía que iba a ser el pilar central de la temporada, pero que a fin de cuentas, no lo ha sido tanto. Es más, estoy convencido de que la "perspectiva" favorita de la gran mayoría, seguramente sea la de la familia de Rosie, gracias sobre todo a los padres de ella, y a las actuaciones que se están marcando
Michelle Forbes y
Brent Sexton. Es una historia muy dura, pero aporta una visión de la muerte de una chica joven que pocas veces ha sido tratada y se ha podido ver de una forma tan realista. Retomando el tema de la pareja de detectives, me he encontrado con un claro caso de "poli bueno" y "poli malo", pero no por su "modus operandi". Mientras que a la Detective Linden, me costó pillarla el truco al principio (y sigo sin hacerlo), con el Detective Holder me pasó justo lo contrario (y sigue siendo mi personaje favorito). La historia personal de la primera me aburre mucho y considero que su permanencia en el caso está demasiado cogida por los pelos, después de que haya perdido el "vuelo" demasiadas veces. Contando que estamos ante la máxima protagonista de la función, resulta evidente que aquí encuentro un "pero" a la serie. Quizás simplemente sea cosa mía, pues reconozco que no he conseguido ver en
Mireille Enos otra cosa que no sea un rostro pálido e inexpresivo. Entonces ¿culpo a la actriz o al personaje? Sinceramente, y por mucho que lo piense, no me decido.
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En resumidas cuentas, y a falta de ver los dos últimos capítulos, opino que 'The Killing' es una
buena serie, pero lejos de considerarla una de las imprescindibles de los últimos años. Tiene cosas muy buenas (técnicamente es impecable), pero también tiene muchos defectos que le hacen perder puntos en el total. Nunca he tenido problemas con las series en las que aparentemente "nunca suecede nada", pero es verdad que aquí las cosas se han tomado con demasiada calma, sin que por ello se hayan potenciado otros aspectos básicos como el desarrollo de determinados personajes y sus respectivas tramas personales. Por no hablar de la falta de giros argumentales en la historia (ni una sorpresa...), lo que irremediablemente ha hecho que el caso de Rosie Larsen no haya dado el juego que podría y tendría que haber dado. En estos dos últimos capítulos, seguro que muchos de los puntos que he "criticado" se solventan, y precisamente por eso, me apetecía dejar por escrito mi valoración personal sobre la serie hasta este momento. Por fin, creo que es la hora de disfrutar de esa 'The Killing' que llevo esperando encontrarme desde que comenzó. ¿Meterá quinta o hasta el último segundo seguirá manteniendo su ritmo pausado y constante? Próximamente, la respuesta.
Por último, y como si de una posdata se tratara, no deja de resultarme curioso que AMC todavía no haya renovado la serie para una segunda temporada, la cual hipotéticamente se centraría en un caso totalmente diferente. La crítica se ha portado bien con la serie, y en materia de audiencias, está haciendo unos números similares a los que consiguió la cuarta temporada de 'Mad Men', por ejemplo. No pasaría "nada" tampoco si finalmente 'The Killing' no renovara (por eso de contar una historia con final cerrado y tal), pero me "preocupa" que la cadena empiece a aspirar más alto de lo que debería. ¿A ver si esperaban repetir el mismo pelotazo que con 'The Walking Dead'? Comercialmente, sería de ilusos comparar la incesante lluvia de Seattle, con una hambrienta horda de zombies. ¿Soy el único que no entiende cómo es posible que 'The Killing' aún no esté renovada?