La segunda temporada de ‘Luther’, de tan solo cuatro episodios, finalizó la semana pasada su andadura en el primer canal de la BBC. Una entrega que en materia de audiencias ha funcionado mucho mejor que su antecesora, donde en todas sus entregas ha superado con creces la media de la cadena. Por poner un ejemplo, el 2x03 reunió a 5,37 millones de espectadores obteniendo un 35,5% de share (la media de BBC One en Mayo fue del 21,4%). Un rotundo éxito, que sin embargo, esta vez no parece haber calado tan hondo entre la blogosfera después de que en la primera temporada fuera considerada por muchos (entre los que me incluyo) como una de las revelaciones del año pasado. En mi caso, lo ha vuelto a hacer, pues a mí la segunda temporada de 'Luther' me ha venido a confirmar algo que ya sabía: lo de esta serie en su primer año, no fue fruto de la casualidad.

Curiosamente, todo el mundo (al que he leído estos últimos días) apunta a un nombre para explicar o justificar que la segunda temporada no ha estado al mismo nivel de la primera: Alice Morgan. Está claro que un personaje así es un caramelo que a todos nos gustaría poder comer más a menudo, pero no hay que olvidar quien es el protagonista, y más, cuando él solito es capaz de cargar a sus espaldas con una temporada completa sin tener que preocuparse por un posible lumbago. Dicho ésto, claro que me he quedado con ganas de más Alice, pues sus apariciones se han limitado a nada más que un par (acrecentando aún más su mito), pero tampoco considero que su ausencia sea suficiente para infravalorar, o mejor dicho, restar méritos al par de caja de bombones que la serie ha ofrecido en su segundo año. Soy el primero en declararse fan incondicional de Alice (como para no serlo) y por supuesto que hubiera agradecido una mayor presencia de la pelirroja, pero eso no cambia que a mí la segunda temporada de ‘Luther’ me haya parecido igual de impresionante que la primera. Por lo menos, la he disfrutado de la misma manera, y eso que a grandes rasgos, se ha reinventado (en prácticamente todo) en comparación a lo que fue y se vio en sus primeros seis episodios.

Para empezar, la estructura de la temporada ha sido distinta. Pasando de esos seis episodios (casi) puramente procedimentales, condimentados con las continuas (y espectaculares) aportaciones de Alice y los fantasmas de la vida personal de John, a cuatro capítulos divididos en dos casos principales sustentados por una enrevesada trama central que ha vuelto a llevar al Detective Luther al borde del abismo. En cierto modo, ha sido como ver dos películas de dos horas cada una, en las que en ambas, nos han presentado a un par (en esta frase aviso que hay trampa) de asesinos en serie con muchas ganas de provocar el caos por todo Londres. Tanto Mr. Punch, como el fanático de los juegos de rol, irrumpieron con muchísima fuerza, pero sí que es verdad, que a medida que se acercaba la resolución de sus casos, ambos villanos fueron perdiendo su “mojo” (como diría Austin Powers). Por decirlo de forma clara, las presentaciones de los asesinos de esta temporada han sido bastante superiores a sus desenlaces, especialmente en el caso de Mr. Punch. Tampoco es algo que me sorprenda y que considere oportuno recriminar, pues es algo que suele pasar en la inmensa mayoría de los policíacos. Hasta me atrevería a decir que casi cuento con ello.

En definitiva, y sin haber sentido en ningún momento la necesidad de tirar de contenido spoiler, considero que la segunda temporada de ‘Luther’ ha sido diferente (y sí, ha pecado por no dar más protagonismo a Alice), pero valorándola independientemente, ha mantenido el elevado nivel que tanto sorprendió el verano pasado. Sinceramente, creo que no lleva a ninguna parte darle más vueltas a esta comparación entre temporadas. Para mí, lo importante a aclarar aquí, es que ‘Luther’ es una "joyita" y un policiaco indispensable para los amantes del género... y los que no lo son. Dicho todo ésto, “¿y ahora qué?”, parafraseando a cierto personaje en el 2x04, pues ahora toca esperar a que la BBC se pronuncie sobre el futuro de la serie. Si nos remitimos a las cifras de audiencia, es lícito pensar que habrá tercera temporada, pero hasta que no haya confirmación oficial por parte de la cadena, será mejor no dar por sentado cosas que no lo están. Además, la apretada agenda de trabajo de Idris Elba no es precisamente de las que permiten disponibilidad total. Bien merecido lo tiene este descomunal actor que si en la primera temporada se salió, en esta directamente debería alzarse con todos los premios a los que pueda optar. Ojalá se confirme la tercera temporada para poder volver a verle en el papel de este perturbado Detective especializado en asesinos seriales. Además, estoy convencido que si la serie renovara, Alice Morgan regresaría para reclamar el trono perdido, tan ansiado por la inmensa mayoría del personal. Seguro que de esta forma, no habría dudas sobre la grandeza de ‘Luther’. Para quien las tenga, claro.