La tentación de empezar hablando por el final es muy grande, pero será mejor hacer las cosas en el orden correcto, recapitulando y valorando que es lo que ha sucedido en la octava temporada para llegar hasta este “hasta pronto”. A partir de aquí SPOILERS del final de ‘Entourage’.

Si la séptima temporada fue la del ocaso de Vince Chase, tras perder el control y convertirse en un adicto a la cocaína y a Sasha Grey, la octava ha sido la de su resurgir... una vez más. Tras tantos años, es inevitable que ‘Entourage’ haya terminado siendo reiterativa tratando los mismos temas una y otra vez, y no me refiero al celuloide, la fama, el dinero o al glamour de Hollywood, sino más bien alego a las historias personales de sus protagonistas: la carrera profesional y mujeriega de Vince; la auto valía de E y su tira y afloja con Sloan; la dependencia inicial de Turtle y sus posteriores ansias por valerse por sí mismo; las locas aventuras de Drama y su deseo de triunfar en un mundillo que siempre le dio la espalda; y por supuesto, Ari, quien con el tiempo pasó de ser un dios del olimpo a convertirse directamente en Zeus. Más o menos estos han sido los fundamentios en los que se han sustentado los 5 protagonistas a lo largo de la serie, pero siempre había otro que hacía de nexo de unión de todos las demás y que es el más importante de todos: la amistad.

De esta manera, en la octava temporada, ‘Entourage’ ha querido ser fiel a sí misma, y por tanto, lo ha sido con todos estos aspectos comentados anteriormente. Esto ha provocado en mí, una sensación de “deja vu”, de esas en las que piensas que todo lo que te están mostrando, ya lo habías visto antes. Si hay algo que destaco de estos 8 capítulos, es que no han arriesgado en nada, metiendo a los personajes en tramas poco espectaculares y que de algún modo u otro, recordaban a otras vistas en campañas anteriores (la imagen de aquí arriba con E y Sloan es el ejemplo perfecto). De todas maneras, esto es 'Entourage', y no ha tenido un solo capítulo que no me haya parecido divertido. Por esto mismo, la temporada en general me ha parecido que ha estado bien, pero sin tirar cohetes, algo que realmente me fastidia porque creo que las temporadas finales están para gastar los últimos cartuchos (¿guardando munición para la futura película? Si tuviera que compararla (¡no lo hagas!) con las 7 anteriores, creo que no tendría dudas a la hora de colocarla en último lugar. Quitando la historia de Ari (una vez más ha sido la estrella que más ha brillado), el "motherfucker" de E y los bestiales cameos que se ha pegado Johnny Galecki, poco o nada más quedará grabado en mi memoria. Exceptuando, por supuesto, el final.

Quedaba media hora de 'Entourage' y a priori parecía tiempo insuficiente (un clásico) para poder cerrar todo lo abierto en los 7 capítulos anteriores, y de paso, regalar un final por todo lo alto. Lo primero lo han conseguido de forma apurada, pero lo segundo... creo que no hay nada que lo describa mejor que un "fueron felices y comieron perdices". En cierta medida, considero que una serie sobre Hollywood, no podría acabar de otra manera, pues no hay cierre más hollywoodiense que éste. Con los deberes hechos de Drama (listo para triunfar con Johnny's Bananas y con el papel protagonista de la película "escrita" por su hermano y Billy Walsh) y Turtle (dueño de un restaurante y convertido en millonario gracias a su empeño y al instinto de Vince), tocaba centrarse en las tramas de los otros tres miembros de la "familia". Curiosamente, las tres, eran historias de amor. Si hay algo que no me ha gustado en absoluto de esta series finale, es el hecho de que Vince arrancara la función diciendo que se iba a casar. Después de 96 capítulos, esta decisión por parte del personaje no debería sorprender, pero viendo cómo nos habían presentado a su prometida Sophia, la cosa cambia y no puedo dejar de pensar que nos han colado un giro artificial y sin sentido. Por lo demás, en este episodio, Vince ha sido 100% Vince. Justo como tenía que ser.

Llega el turno de hablar del protagonista de la serie (para mí siempre lo ha sido). Cuando comenzó la temporada, me chirrió que Sloan y E hubieran roto. Un "deja vu" como una catedral y que sólo ha servido para que el personaje volviera a mostrar su peor cara, teniendo que ir a remolque, ya que estaba claro cómo iba a acabar esta historia. Sloan y E juntos (y embarazados), desde luego que 'Entourage' no podía acabar de otra manera. Casi pasa lo mismo con Ari y Melissa (Mrs. Gold para los amigos), aunque por momentos, no me hubiera importado ver cómo Zeus acababa con Dana Gordon. De la misma forma, verle renunciar al trabajo de toda su vida por su mujer e hijos, era tan previsible como necesario. No me olvido de Lloyd que para algo es casi parte de la familia ("el hijo gay que nunca quise tener"). Otro final totalmente acorde con el personaje, que si es verdad que en los últimos tiempos quedó relegado a un segundo plano, se ganó el cariño de todos hace ya demasiado tiempo. Repasando los finales de cada uno de los protagonistas, y sabiendo que todos regresan (tarde o temprano) a Nueva York, me doy cuenta que quizás este era el único final posible para 'Entourage'. Previsible y edulcorado, quizás, pero en Hollywood, todo acaba saliendo bien. Hasta es posible que dos aviones despeguen a la vez, a ritmo del "Going to California" de los Led Zeppelin. Todo un puntazo para "despedir" a este grandísimo séquito...


Volveremos a encontrarnos "en el cielo" de la sala de cine más cercana. Hasta pronto...