Vista la segunda mitad de la séptima temporada de ‘Doctor Who’, toca hacer balance y comentar lo que ha sido y ha dejado la antesala del cincuenta aniversario de la serie. ¡Spoilers!
Mucho capítulo autoconclusivo y dos misterios (el de la Chica Imposible y el nombre del Doctor). Sobre estos pilares se ha construido un segundo tramo de temporada bastante anodino, pero que ha tenido un último capítulo de esos que consiguen que tu mente implosine y explosione varias veces durante 45 minutos. De primeras, de esta tanda diría que ha servido para justo lo contrario que su antecesora. Si los primeros cinco episodios fueron estructurados para despedir a los Pond, los ocho restantes han hecho lo propio para presentar a su (misteriosa) sustituta, Clara "Oswin" Oswald. Además, esta tanda ha afrontado de lleno el gran enigma que Steven Moffat puso sobre la mesa al final de la temporada pasada y que será el motor del cincuenta aniversario: Doctor WHO?
La presentación de la nueva compañera del Doctor, disponiendo de menos tiempo del habitual (al subirla a la T.A.R.D.I.S. a mitad de la temporada) y servir de antesala del cincuenta aniversario. Dos inevitables obstáculos que se ha optado por solventar a base de historias autoconclusivas. Lo que ha permitido a BBC, al igual que pasó con los de la primera mitad, el repetir estrategia y lanzar carteles promocionales de cada episodio, como si cada semana estuviéramos ante el estreno de una película. Más allá de que unos capítulos hayan funcionado mejor ("The Bells of St John", "Cold War" o "Hide") que otros ("The Rings of Arkhaten", "Journey to the Centre of the TARDIS", "The Crimson Horror" o "Nightmare in Silver"), han vuelto a poner en relieve que desde que Steven Moffat cogiera las riendas del timón, uno de los puntos fuertes de 'Doctor Who' es el deleitarse con los nuevos monstruos especializados en hacérselas pasar canutas al Doctor y sus compañeros de turno. Por cierto, desde aquí me declaro a favor de dejar caer en el olvido tanto a Daleks como Cybermens, seguramente los dos enemigos más célebres del protagonista, pero que a mí me dan pereza infinita.
Después de quedar relegados a un muy segundo plano, los ingredientes serializados regresaban al menú en el 7x13 "The Name of the Doctor". Un episodio de esos que hacen grande a esta serie, y que como he mencionado antes, me ha dejado el cerebro bien frito. Desde el comienzo lo ha dado todo, con esa aparición de Clara en la misma Gallifrey, corriendo detrás de las encarnaciones anteriores del protagonista y soltando que era la Chica Imposible y que había nacido para salvar al Doctor. A continuación se sumaban a la fiesta los tres secundarios del curso (soy muy fan de Strax) y River Song, cuyas apariciones siempre recibo con los brazos bien abiertos aunque sepa que luego acabaré echando humo por la cabeza. Definido el bando de los "héroes", tocaba hacer lo propio con el de los “villanos”. Estaba cantado que sería esa The Great Intelligence que apareció por primera vez en el especial navideño y a la que reprocho que no haya ido haciendo pequeñas intervenciones a lo largo del curso para subir el listón del enfrentamiento en los campos de Trenzalore. Bueno, eso y que haya hecho de portavoz de todos los rivales del Doctor, un recurso que ya fue utilizado en “The Pandorica Opens”, pero que a pesar de todo, no por ello deja de ser igual de efectivo que la primera vez.
Una vez colocadas todas las piezas y tumbas (incluyendo esa “estatua” gigante de la TARDIS) en el cementerio de Trenzalore, “seguramente el lugar más peligroso de todo el universo”, tocaba adentrarse en la resolución de los dos grandes misterios de la temporada. Mientras que el del Doctor (conocer su nombre) seguirá siendo el cebo principal de lo que está por venir, el de Clara (descubrir por qué era tan importante) sí que ha contado con las pertinentes respuestas y ha cumplido con la función de cierre de la temporada. Es más, ha quedado todo tan bien cerrado a su alrededor, que hasta me parece una lástima que no se hayan atrevido a dejarla morir. Entiendo que Moffat tiene un plan de largo recorrido reservado para ella (¿conectado íntimamente con River Song?) pero después de fragmentarse en millones de versiones de sí misma para poder salvar al Doctor… y morir una y otra vez (dando carpetazo al misterio de su sorprendente introducción) a lo largo de todo el tiempo y el espacio, de verdad que no se me ocurre un final mejor para un personaje que llegó a la sombra de un destino fatal. Dado que la chica imposible nunca haría justicia a su título si cayera en combate a las primeras de cambio, imagino que todavía tiene mucho que aportar como compañera de viajes, pero a día de hoy, considero que su eterno sacrificio hubiera sido un excepcional broche de oro a su breve pero relevante andadura por la serie. "Run! Run your clever boy... and remember me".
En cuanto al nombre del Doctor, más que ofrecer una respuesta directa (¿de verdad alguien esperaba otra cosa?), este último capítulo lo que ha proporcionado es un cliffhanger monumental y que abre interesantes enigmas alrededor de la versión más oscura del Doctor. Ese “Introducing John Hurt as The Doctor” junto a esa línea de diálogo (“What I did, I did without choice… in the name of peace and sanity / Lo que hice, lo hice sin elección… en nombre de la paz y la sensatez.”), es material suficiente como para vislumbrar (al menos así lo he interpretado) que para el cincuenta aniversario de la serie el protagonista tendrá que confrontarse a sí mismo, o mejor dicho, su mayor secreto: la persona y el nombre que era y tenía antes de convertirse en el Doctor. ¿Su versión más oscura? ¿El mismo que puso fin a la Time War? Ahora sí que sí, todo queda listo y preparado para que la fiesta del cincuenta aniversario de ‘Doctor Who’ eche a rodar, aunque para la primera celebración (en forma de episodio especial) todavía haya que esperar hasta el 23 de noviembre. Luego llegarán el nuevo capítulo navideño y la confirmada octava temporada, en la que Matt Smith seguirá siendo el Doctor, por si alguien le había quedado alguna duda tras este final. ¡Gerónimo!
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Tal y como ha llevado Moffat al Doctor, los enemigos clásicos como los Cybermen o los Daleks se han quedado más para casos episódicos (a mí me siguen pareciendo entrañables porque veía la serie antigua), pero no pueden compararse en cuanto a amenaza a monstruos de su cosecha como los Weeping Angels o los Silence.
GENIAL la secuencia pre-créditos del 7x13. Si parece que estemos viendo ya el 50th...
Me encanto este último episodio y la explicación de la "chica imposible" (Clara me gusta mucho como acompañante). Me he dado cuenta también de que la mayoría de los finales de temporada del doctor comienzan con un monólogo de la companion.
En cuanto al resto de la temporada, hay capítulos que me gustaron bastante y otros que me parecieron flojos(the crimson horror). A pesar de esto, sigue siendo una de las series que más disfruto, pero sin llegar a mis dos grandes favoritas, Skins (1ª, 2ª y 3ª Generación, todas practicamente por igual, la sexta temporada me pareció fantástica) y Six Feet Under.
Renaissance, los Daleks y Cybermens se han quedado anticuados y aunque entiendo que los fans de toda la vida agradecen que de vez en cuando cobren cierto protagonismo, pienso que a estas alturas poco o nada más pueden aportar. Tienen todas las de perder si les compara con la nueva gran hornada de monstruos.
Pedrom, en ciera manera este capítulo ha funcionado a las mil maravillas como precuela del cincuenta aniversario. Ahora a ver que con que nos sorprenden (a saber qué ha reservado Moffat) en el episodio especial de noviembre.
Anónimo, pues ni lo había pensado, pero creo que tienes razón y los finales de temporada siempre (o casi siempre) comienzan con un monólogo de las compañeras. El que me viene ahora mismo a la cabeza es el de Rose.
Ahora que mencionas a la tecera generación de Skins, a ver si por fin veo la sexta temporada. Algún día, algún día...
¡Saludos!