Egoísta y narcisista. Aficionado al alcohol y a la cocaína tanto como a dar discursos inspiradores tan inoportunos como subidos de tono. Mal deportista, hermano, tío, amigo, pero incluso peor persona. Así es Kenny Powers. Y es que en el mundo de Kenny sólo hay una cosa que de verdad importa: el propio Kenny. Nada define mejor su figura como que siempre recurre a sus propias cintas de autoayuda para aconsejarse así mismo que es lo que tiene que hacer en una y en otra situación. Un artista interpretado por Danny McBride (el personaje está dibujado a su imagen y semejanza que para algo es uno de los co-creadores) y que sólo necesitó de un capítulo (en realidad fueron minutos) para atraparme para su causa. En cambio, su particular Sancho Panza necesitó un poco más de tiempo para conseguirlo, tanto como lo que tardó Powers en quedarse con su nombre. Me estoy refiriendo a Stevie Janowski, escudero y (con el tiempo) mejor amigo de Kenny. "Who the fuck is this guy?". El responsable de alimentar involuntariamente los aires de grandeza del protagonista y el único dispuesto a acompañarle y enfrentarse a los molinos que hagan falta en su odisea para regresar a la cima de la que fue desterrada justamente. La saga de 'Eastbound & Down' es la de Kenny Powers, pero también la de Stevie Janowski. Formando ambos una de las duplas cómicas más pasadas de rosca de la pequeña pantalla. Una pareja a tono con el de la serie y poseedores del record mundial por episodio en el uso de la palabra "fuck" y sus numerosas variantes.
Cada temporada de la serie representa una etapa muy diferenciada en el camino hacia la falsa redención de Kenny Powers. Incluyendo una alocada estancia en tierra mexicanas que sirvió para definir del todo a la serie, por si todavía quedaba alguien frente al televisor esperando encontrarse una comedia al uso. Sin pretender desvelar nada, apuntar que durante las tres entregas el protagonista sube un peldaño para a continuación caer cinco del tirón. Al fin y al cabo es lo que se merece y es lo que convierte a 'Eastbound & Down' en una parodia transgresora de las historias de superación personal tan habituales en el mundo del deporte. Destacar que tanto en sus subidas como bajadas, Kenny Powers se rodea de un grupo de personajes secundarios de lo más variopinto (como no podía ser de otra manera), casi siempre interpretados por gente muy conocida del mundo del cine y de la televisión. Un valor añadido que bien merece la pena conocer. Por citar unos cuantos ejemplos, por la serie se dejan ver Matthew McConaughey, Don Johnson, Adam Scott ('Parks & Recreation) o Craig Robinson (The Office'). Sin olvidarme de Will Ferrell, que detrás de las cámaras hace las de productor ejecutivo pero delante de ellas se convierte en el archienemigo de Kenny, un Ashley Schaeffer cuyas intervenciones nunca defraudan. Un villano a la altura de la serie.
Si es verdad que el final de la tercera temporada perfectamente podría haber quedado como el desenlace definitivo de la serie (la renovación por una cuarta pilló a todo el mundo por sorpresa), reconozco que tengo muchas ganas a estos últimos ocho capítulos. El 29 de septiembre será cuando comience el último capítulo del libro de autoayuda de Kenny Powers, con la siempre inestimable colaboración de Stevie Janowski. Por mi parte, y como rezaba el eslogan promocional de la tercera temporada, sólo me queda añadir: "Estáis todos invitados. De nada."
Parece que hemos tenido conexion telepatica, hace nada termine la 2T. kenny Powers esta a la altura de gilipollez del mitico David Brent o Michael Scott pero la serie me hace bastante menos gracia.
Stevie, cojonudisimo y acertadisimo simil con Sancho Panza jefe, es el complemento perfecto, de hecho me atrapa mas que Kenny, su periplo por Mexico han dejado varias situaciones memorables. En un universo paralelo cruzaria los caminos de Stevie y Dwigth (The Office), seria algo atomico!
Olhadolh, diría que Kenny tiene mucho más de David que de Michael. Al igual que Eastbound & Down tiene más de la The Office británica que de la americana, pero sólo las compararía en el sentido de que ambas tienen un humor muy particular y que desde luego no es para todo el mundo.
En lo que estoy totalmente contigo es que tanto Stevie como Dwight son de esos secundarios que se acaban adueñando de sus respectivas series.
A ver que te parece la 3ªT. Y si su final te parece que hubierado servido de cierre, tal y como me lo pareció a mí.
¡Saludos!
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