Cuando ‘Under the Dome’ se estrenó me animé a comentar (sin spoilers) su primer episodio, algo que hacía siglos que no me motivaba hacer una nueva serie. Consecuencia directa de tenerle muchas ganas a esta adaptación de la obra homónima de Stephen King. Al episodio le encontré tantos reparos como razones para pensar que de ahí podría salir un más que digno entretenimiento veraniego o justo todo lo contrario. Mientras tanto en Estados Unidos debutaba convirtiéndose en uno de los estrenos más vistos de los últimos años. Un éxito que ha ratificado a lo largo de toda su primera temporada, consiguiendo mantenerse siempre por encima de los 10 millones de espectadores. Por ejemplo, su último capítulo, rozó los 12 millones. De esta forma, CBS ha conseguido dar con un inesperado pelotazo. Algo que tiene mucho más mérito si se tiene en cuenta que durante el período estival se presupone que la ficción americana es territorio casi exclusivo del cable. Al menos hasta ahora, pues las Networks parecen dispuestas a cambiar esta tendencia, aunque en esta primera cometida veraniega, la única cadena que ha salido victoriosa ha sido precisamente CBS. Con todo esto lo que quiero decir es que la serie ha demostrado tener algo que llama y atrapa a la audiencia. Y no sólo a la americana, que en Reino Unido y España, por ejemplo, también está consiguiendo muy buenos resultados. No puede ser casualidad.

En cuanto a lo que a mí respecta, después de un piloto efectivo pero con cierto tufillo a serie baratilla de usar y tirar, reconozco que el misterio de la cúpula y el concepto general de la serie (un pueblo entero atrapado con sus secretos) me seducían lo suficiente como para perdonar (en primera instancia) tanto “pero” reunido en un solo capítulo. Luego llegaron el segundo y el tercero, los que para mí son con diferencia los dos peores de esta primera temporada. Hasta el punto de llegar a considerar a la serie como candidata a convertirse en la comedia involuntaria del verano. De coña cómo comienza y se resuelve el incendio del 1x02 “Fire”, por poner un ejemplo de lo más sangrante. Las entregas posteriores cumplieron con el nivel mínimo exigido, pero siguieron sin dejarme con buenas sensaciones. Cuando ya empezaba a debatirme entre mandarla a la papelera o aguantar por lo menos hasta el final de la temporada, llegó el final del 1x07 “Imperfect Circles” y todo cambió. Por sorpresa y para bien. En el ecuador de la temporada, 'Under the Dome' se marca un pronunciado punto de inflexión, gracias a lo que Marina consideró llamar muy acertadamente, “la escotilla de la cúpula". Con el misterio haciendo acto de presencia, por fin la dichosa cúpula cobraba el esperado protagonismo que hasta entonces no le habían querido otorgar.

No me cuesta reconocer que he acabado muy satisfecho con la segunda vuelta de ‘Under the Dome’. Lo digo totalmente en serio. Me ha enganchado y he visto una progresión positiva en muchos aspectos. Sin embargo, con esto último no quiero decir que pegue un considerable subidón de nivel de una parte a otra, sino que simplemente se vuelve muy entretenida, y sobre todo, interesante. Las fallidas tramas de supervivencia, necesarias pero muy mal desarrolladas, se quedaban atrás para dar paso a otras mucho más atractivas, donde cuadros proféticos (¿alguien se acuerda de ‘Heroes’?), monarcas coronados, lluvias de estrellas rosas y la susodicha “escotilla” por fin colocaban el foco de atención en la dichosa cúpula. Al fin y al cabo, la razón principal por la que decidí comenzar y seguir con 'Under the Dome'. De paso, todas estas tramas han propiciado que los personajes redirigieran su incorregible estupidez hacia algo útil. En materia de personajes esta serie todavía tiene mucho (muchísimo) trabajo por hacer. Desgraciadamente lo que no se puede arreglar desde el guión es el hecho de que esa estupidez colectiva se agrave por contar con un casting que deja mucho que desear. Sólo salvaría a tres de sus integrantes. Con Dean Norris a la cabeza, por supuesto. Menos mal que a lo largo de la temporada se han ido soltando lastres.

Soy consciente de que aquí todo sucede porque sí (la manera en que los personajes justifican los "actos" de la cúpula se llevan la palma) y que por momentos no es otra cosa más que un cúmulo de situaciones ridículas. Incluso que las lagunas y los deleznables trucos de guión muchas veces la llevan a abrazar la parodia. Pero a veces no hay mal que por bien no venga y al ver los capítulos en compañía he podido tomarme todo esto con mucha filosofía, llegando a echarme incluso unas buenas risas a su costa. Pero esto no es lo habitual y entiendo que muchos no hayan podido aguantar con la serie precisamente por todo esto. En definitiva, que soy consciente de que la temporada ha pecado de muchos males. Bastantes más de los que le he dado en esta entrada. Los que he repasado por encima quizás sean los principales, pero no son los únicos. Eso lo tengo más que claro, pero a la vez, no cambia que desde la irrupción del misterio de “la escotilla” y todo en lo que ha ido deparando, conseguí ver y disfrutar de ‘Under the Dome’ en su condición de entretenimiento veraniego. El mismo que esperaba encontrarme en primer lugar y que en la primera vuelta llegué a dar por imposible. Y cuando una serie va de menos a más, lo normal es acabar con un buen sabor de boca. No me cuesta reconocer que este ha sido en mi caso.

El verano que viene volveré a elegir Chester’s Mill como destino vacacional. ¿Y tú?