Se acabó la tortura tercera temporada de ‘Homeland’. Por fin. Si todavía no has visto su final, el 3x12 “The Star”, como siempre, te aconsejo no seguir leyendo. ¡Atención Spoilers!
Como promulgó Alex Gansa (showrunner de la serie) allá por el mes de octubre, la temporada ha quedado dividida en tres actos, de cuatro capítulos cada uno. El primero, centrado en la puesta en marcha del plan de Saul y Carrie.
Un tramo para olvidar. El segundo, dedicado a preparar el terreno para el papel que acabaría jugando Brody en ese plan.
Una oportunidad desaprovechada. Mientras que el tercero y último, ha sido la culminación de los dos anteriores, es decir, la utilización de Nicholas por parte de la CIA para completar el plan maestro de Saul y ser despedido como un héroe sin honores. Por eso,
cuando leo a Alex Gansa diciendo que toda la tercera temporada fue estructurada alrededor de este final, a sabiendas de que Brody no llegaría a la cuarta, no tengo ninguna duda en que así ha sido. Una vez vistos estos doce capítulos, resulta evidente que esa era el objetivo general. Otra cosa es que la jugada no haya podido salir peor. De principio a fin. La temporada ha contado con grandes ideas que podrían haber conseguido que la serie se marcara otra buena campaña, como cabía esperar, pero todo ha estado tan mal planificado, desarrollado y ejecutado, que lo increíble hubiera sido que Alex Gansa y compañía se salieran con la suya.
Dado que en su momento, ya me desahogué repasando los dos primeros actos, ahora lo que me toca es hacer lo propio con el que faltaba. El tercero. Los últimos cuatro capítulos. Esos que han servido para demostrar que ‘Homeland’ necesitaba a Nicholas Brody. Con el co-protagonista fuera de cobertura, Carrie en segundo plano (pero más pasada de revoluciones que nunca) y Saul tirando del carro, la serie se resintió en sus tres pilares: ritmo, tensión y giros de guión. Por no hablar de la ausencia de la base de su concepto. La vuelta de Brody restableció el factor entretenimiento, pero ni aun así, conseguía deshacerme de la sensación de que la serie estaba haciendo aguas por todas partes. Todo por culpa de unas imperdonables fisuras de guión. A las que hay que añadir un
cúmulo de situaciones ridículas e inverosímiles (llegando a unos extremos
intolerables) que han llevado a 'Homeland' a abrazar la parodia más de
lo que debía permitirse. Momentos que para más inri, llegaban
acompañando de unas subtramas y personajes a la deriva. Sin rumbo. Por culpa de unos guionistas que se han dedicado más a frotarse las manos pensando en el bombazo que supondría la ejecución de Brody, que a preparar la ruta por la milla verde. Y para comenzar a convertir las apreciaciones personales en argumentos, no se me ocurre nada mejor que hacer un breve repaso (en plan coña) al papel jugado por cada personaje, sobre todo, en estos últimos cuatro capítulos.
Dana, después de ser linchada popularmente por aquella trama más propia de serie The CW, reapareció para ofrecer una libreta a su padre y poner así la puntilla final a su triunfal participación; De Jessica y Mike sólo se sabe que no sabemos nada de ellos (aparte de los contratiempos detrás de las cámaras); ¿Alguien se acuerda de Chris? Imagino que si su padre no lo hace, nadie lo hará; Quinn y su dilema con la CIA se han conformado con tener una frase por capítulo; Fara tenía un tío en Irán; Dal Adal se ha limitado a hacer méritos para una posible sitcom junto a Saul. Esas miradas de complicidad, esa manera de cubrirse las espaldas y esos cojones cuadrados a la hora de encerrar al Congresista Lockhart en la sala de conferencias dan para echarse unas buenas risas por cortesía de la "vieja guardia"; A Javadi le salvo de la quema, pero más que por su papel de villano-aliado (que también), por su homenaje a Horatio Caine ('CSI
Miami') con sus gafas de sol; Mira tenía un amante-espía israelí... que trabajaba para Lockhart, consiguiendo así una prórroga para su impasible esposo; Hablando de Saul, considero que es el que mejor sale parado de la campaña (pese a acabar en el paro), aunque ni él se haya molestado en recordar que no mucho tiempo atrás había un topo por esta serie. Esta trama sigue opositando para convertirse en un cabo suelto mítico. Por cierto, ¿alguien recuerda a los tipos del lobby de abogados que trabajaban para
los iraníes? Sí, aquel que tenía predilección por reunirse siempre en la misma iglesia (y por el que Carrie recibió un balazo de Quinn), y su jefe, aquel que era un viejo conocido de Dal. ¿Qué sería de ellos tras el 3x08?
La pareja protagonista y sus "grandes éxitos" de la temporada dan para una publicación por separado. Comenzando por el recital de Brody, obviando eso de que se recupere de una adicción a la heroína y vuelva a estar operativo para infiltrarse entre las filas del General de Irán para asesinarle (¡otra vez en una oficina!) en tiempo record, lo que no se me va de la cabeza es lo siguiente. A lo mejor me he distraído en exceso, pero ¿no se supone que fueron los iraníes los verdaderos responsables del atentado en Langley? Si ellos eran los malos de toda esta historia, ¿cómo es posible que reciban a Brody como un héroe por algo que saben que no hizo? ¿Y la mujer de Nazir? Y a todo esto, ¿nadie es capaz de sospechar de la conexión entre Brody y Javadi? De la secuencia en el despacho del "intocable" mejor no hablar. Una pena que un personaje tan grande como fue Nicholas Brody, se vaya así, haciendo suyo aquello que reza que "a la tercera va la vencida". Llegados a este punto (en el que le habían colocado los guionistas), no daba para más. Y eso, desgraciadamente, ha limitado el impacto de su muerte. Su ejecución pública ha sido espectacular (porque lo ha sido), pero no emotiva. Como tampoco lo fue, más bien todo lo contrario, la surrealista y anticlimática despedida telefónica que puso la guinda a esta historia de (des)amor entre un hombre dispuesto a pagar por sus pecados y acabar con su sufrimiento, y una mujer embarazada con más cara de loca que nunca tras aceptar que durante cuatro meses removió tierra, mar y aire... para nada.
En cuanto a Carrie. ¿Por dónde empezar? Podría deleitarme con sus paseos entre la multitud de Teherán, esos en los que nadie reconoció a una espía americana que poco antes había sido expuesta al mundo entero como la novia loca de Brody. O con ese griterío, en medio de la ejecución, pidiendo a voces un linchamiento público. Pero no, el colmo de la estupidez alrededor de la protagonista se lo lleva toda la trama de su embarazo. Después de recibir electroshocks, hincharse a
pastillacas y sufrir innumerables crisis de estrés (polígrafo incluido), por si no fuera suficiente para la salud de ese bebé, decide comenzar a fumar. El premio a la madre del 2013 tiene nombre y apellido. Y total, para que luego no lo quiera. Muerto Brody, muerto el deseo de pasar unas vacaciones familiares en la cabaña del lago. Suma y sigue. Tan inapropiado era convertir a Carrie en madre, como ascenderla a Jefa de Estación en Estambul. Una agente problemática, bipolar, del bando de Saul y que es propensa a desobedecer cualquier orden directa, consigue que Lockhart, el rival de su mentor y el mismo que la quiso hundir al principio de la temporada, cuente con ella para un puesto de relevancia. Ante este panorama, prefiero ahorrarme el mal rato de comentar sus habilidades como grafitera dentro de la CIA. Al menos esa secuencia sí me ha resultado emotiva. Suficiente.
Con todo este paripé sobre las tramas y el papel jugado por los personajes en en este despropósito de temporada, espero dejar claro los motivos por los que bien merece dejar a 'Homeland' sin estrella. Guardando las distancias, algo así también han debido considerar los del AFI (American Film Institute), ya que por primera vez la dejan fuera de su
Top 10 del año, mientras que los Globos de Oro han optado por castigar severamente (con cero
nominaciones) a la que todavía sigue siendo su vigente campeona. Por algo será, ¿no? Y es que, por mucho que la recta final haya sido más entretenida, me ha seguido resultando de un bochornoso insuficiente. Cierto es que en el 3x11 “Big Man en Tehran" me reencontré con la versión más trepidante e imprevisible de 'Homeland', pero es que para ello tuve que esperar hasta la penúltima cita. Que se dice pronto. En cuanto al 3x12 "The Star", simplemente apuntar que me sumo a los que consideren que
perfectamente podría pasar como final de serie. Sobre todo, por ese epílogo que sirve más al propósito de bajar el telón para siempre que al de abrir puertas de cara al siguiente año. Pese a todo lo dicho, y la frustración acumulada durante estos doce capítulos, quiero creer que puede aprovechar la segunda oportunidad que tiene por delante. El reseteo que se avecina es lo mejor que podía pasar para empezar de cero y recuperar todo el crédito tirado por tierra. No lo tendrá nada fácil, pero tampoco es un imposible, pues 'Homeland' no sería la primera gran serie en levantarse tras una temporada para olvidar.
Entre la tercera de 'Homeland' y la última temporada de 'Dexter', menudo 2013 por cortesía de Showtime. Pese a las recomendaciones, casi que mejor espero a probar suerte con 'Masters of Sex'.