SyFy estrenó la serie el pasado 15 de diciembre, ventilándose sus seis episodios en tres noches consecutivas. La vi a finales del año pasado, pero decidí esperar a dedicarle unas líneas hasta que el canal se pronunciara sobre su continuidad. Algo que hizo hace un par de semanas: ‘Ascension’ no tendrá segunda temporada. Un anuncio que no me pilló por sorpresa, pese a que no le fue tan mal en audiencias. En su primera noche obtuvo 1,8 millones de espectadores y en la tercera y última bajó levemente hasta el millón y medio. Datos más que decentes para SyFy, dando que no atraviesa su mejor momento en este sentido. Fuera como fuese, en un principio fue anunciada como miniserie, aunque poco después, desde el propio canal cambiaron su condición a limited series. Ese término tan de moda que acompaña a las novedades que arrancan con la puerta abierta de la continuidad, pese a ser promocionadas como eventos únicos/miniseries. De forma que renuevan si resultan un éxito, mientras que si se la pegan, de cara a la galería, queda estipulado que estaban planteados para durar exactamente lo que duraron. Justo lo que ha sucedido con ‘Ascension’.
Todas mis esperanzas de dar con una digna sucesora de 'Battlestar Galactica' se diluyeron con el giro al final del primer capítulo. Un cliffhanger que debería haberme parecido sorprendente, pero que vi venir desde la aparición de cierto personaje a mitad de la contienda. De esta forma, el principal atractivo de la serie (el que llamí mi atención y el que más juego podría dar a nivel conceptual era dinamitado a las primeras de cambio. Un "hacerse el harakiri" en toda regla. Una decisión argumental y un cambio de juego que consideré una condena por anticipado. Tal y como así sería. Si es verdad que el segundo (doble) capítulo no estuvo mal del todo y a la postre llegó a parecerme el mejor de los tres, pese a los numeras pegas que podría ponerle, el desastroso "desenlace" sólo vino a confirmarme que aquel giro de 180º a la premisa inicial no fue una buena idea. Además, destacar que todas las tramas quedan totalmente abiertas, demostrando que ‘Ascension’ nunca fue concebida como una miniserie cerrada, sino como una especie de backdoor pilot. Para que nos entendamos, con estos seis capítulos/tres partes, Syfy probó la misma estrategia que siguió con ‘Battlestar Galactica’: testar el formato con una miniserie antes de ordenar una temporada completa.
Por último, apuntar una peculiaridad que me llamó mucho la atención sobre la duración de sus capítulos y la decisión de emitirlos a lo largo de tres noches consecutivas cuando, en un primer momento, se anunció que irían semanalmente desde el 6 de noviembre. Los americanos son muy estrictos en lo que se refiere a cuestiones de programación, de ahí que sus ficciones siempre duren más o menos lo mismo en función del formato. Sin embargo, la extensión de las tres partes de ‘Ascension’ es muy irregular, con variaciones de hasta media hora entre una y otra. Para que se diera esta circunstancia, efectivamente, a alguien se le fue de las manos en la edición para juntar dos capítulos en uno. El tijeretazo de toda la vida. Un corte que aprecié, sobre todo, en el desarrollo de la relación entre la pareja de protagonistas adolescentes (los de la imagen de aquí abajo), pues entre la segunda y tercera entrega, pasaban de no haberse confesado su atracción mutua (al final de la segunda) a estar juntos y enamorados (al comienzo de la tercera). ¡Zasca! Una pifia en el montaje que, por un lado, evidencia que desde el canal no las tenían todas consigo con el proyecto, y por el otro, lastró aún más el resultado final de esta serie que puso sobre la mesa tantas ideas interesantes como buenas intenciones, pero que no supo ejecutarlas de una manera sostenible.
'Ascension' ya forma parte del grupo de intentos malogrados de la ciencia ficción televisiva reciente, así que no queda más remedio que seguir esperando a que algún día llegue la serie que consiga, de una vez por todas, disputar el trono a 'Battlestar Galactica'. Hasta entonces, seguiré considerando a ‘Stargate Universe’ como la única digna sucesora del gran referente del género.
Aunque el resultado es irregular, yo le vi muchas buenas ideas y gran potencial, y esperaba que siguiera. Hay más sorpresas y giros en estos episodios que en muchas series enteras.
Me dio la sensación de que a alguien se le ocurrió una premisa genial pero le encargó el guión a un patán :P
Warren, los guionistas quisieron meter demasiadas cosas en tan solo seis capítulos... y al final acabó saliendo un batiborillo de buenas ideas y oportunidades desperdiciadas.
¡Saludos!