La primera temporada de ‘The Last Man on Earth’ me gustó pero no llegó a convencerme del todo por culpa del cretino de su protagonista. En la segunda, Phil ha seguido a lo suyo, metiendo la pata cada dos por tres y siendo tan egocéntrico y egoísta como de costumbre, pero de una forma más moderada. Una de las claves para que la segunda tanda me haya gustado aún más que la primera.


Una de las cosas que me atrajo desde el principio de esta serie fue la curiosidad por saber cómo se las ingeniarían para alargar un concepto de base tan limitado. Si ya me pareció un reto llevar a cabo una temporada de 13 episodios, qué decir de la segunda que ha tenido un total de 18 entregas. Pese a la extensión del número de capítulos, la serie ha seguido en su línea de centrarse en pequeñas tramas que abarcan varios episodios, tan tontorronas como el descubrimiento de un lote de bacon congelado, mientras de fondo daba pie, poco a poco, a las líneas más horizontales. Si en la primera todo giró sobre la continua llegada de supervivientes a Tucson, siguiendo las señales de Phil, esta vez los grandes pilares han involucrado a los hermanos Miller, tanto por la reinserción de Tandy en la primera mitad como por la inclusión de Mike en la segunda tras abandonar la estación espacial.

Will Forte dio un paso atrás al final de la primera temporada para dejar la silla de showrunner, pero no se ha notado. TLMOE sigue siendo SU serie en todos los sentidos. El fichaje de Sudeikis, centrado en su carrera cinematográfica tras salir también de esa interminable cantera de cómicos que es ‘Saturday Night Live’, para interpretar al hermano astronauta de Tandy, fue posible gracias a que Forte y él son como hermanos fuera de la pantalla. Sus momentos cantando “Falling Slowly” son una coña interna entre ambos dada su afición a los karaokes. Pero más allá de sus duetos o de todas las jugarretas entre los Miller, que es para lo que ha servido cómicamente la inclusión de Sudeikis, el momento estelar de Mike fue el cliffhanger que protagonizó a mitad de temporada: su descenso a la Tierra a la vez que el otro Phil era operado a vida o muerte. El mayor giro dramático hasta la fecha y eso que, como muchas otras comedias en la actualidad, no se corta a la hora de virar hacia la dramedia para tocar la patata del espectador a base de incluir, de vez en cuando, momentos tristes.

En cuanto al resto de supervivientes, todos han seguido jugando un papel muy secundario pese a estar presentes en todo momento. A excepción de Carol claro, que para algo es la co-protagonista y el corazón de la serie. Más allá de la muerte de Phil y Gordon (en aquel fantástico cameo de Will Ferrell al principio de temporada) o los enredos alrededor de los embarazos de Erica y la propia Carol, si tuviera que quedarme con una única trama secundaria esa sería el triángulo amoroso entre Todd, Gail y Melissa. Más que por lo surrealista de la idea, que también , lo hago porque ha permitido a Todd convalidar su condición de robaescenas profesional debido a su propensión de ayudar a todos los demás antes que a sí mismo, especialmente tras el incidente del bacon.

Por último, además de destacar que la temporada vuelve a poner el punto y aparte con un cliffhanger, no puedo acabar este breve repaso sin mencionar el cambio de look de Phil a causa de una de las jugarretas de Mike. Un detalle tontorrón, en la línea habitual, pero que es una muestra más que Will Forte dispone de libertad absoluta para dar vida a las locuras que se le ocurren. Y se nota que está encantado con esta posibilidad, aunque eso suponga ir por la calle varios meses luciendo estas pintas. Un look tan perturbador como hipnótico, y con su dosis de simbolismo. Al fin y al cabo, se trata de la representación de las dos caras de Tandy. Por un lado, inmaduro e inseguro (y aún un tanto cretino), pero por el otro no deja ser un tío entrañable que intenta encajar a su manera. Precisamente esta segunda cara es la que se ha reforzado esta temporada gracias a su relación con Carol. Y, como decía en la introducción, esto ha sido clave para que en líneas generales TLMOE me haya convencido más durante su segundo año que en la temporada inaugural.

‘The Last Man on Earth’ no será ni la mejor comedia ni la más divertida que se emita en la actualidad, pero tiene unos puntos de originalidad que la diferencian del resto a la vez que la hacen especial. Por eso me alegré cuando FOX anunció que tendría tercera temporada, aunque las previsiones sobre su futuro no eran precisamente optimistas. Y menos mal, pues con la tontería es la única comedia de las 4 grandes cadenas (CBS, ABC, NBC y FOX) que sigo ahora mismo.