No esperaba mucho de
'24 Legacy', pero al mismo tiempo tenía ganas de ver cómo le sentaba al formato un
reboot sin la carga de los nueve días protagonizados por Jack Bauer. Vistos 2/3 de su primera temporada,
ocho de un total de doce capítulos, tengo más que claro cómo le ha sentado: mal, muy mal. Hasta el punto de que mi visionado ha derivado en
hate-watching, algo que sólo me había pasado con 'The Following' y en cierto modo con 'Under the Dome', aunque con esta última de forma premeditada y para echarme unas risas, no para desesperarme frente al televisor.
Pasarán los años y me seguirá costando horrores abandonar una serie a la que he decidido dar una oportunidad. En los últimos tiempos por lo menos he conseguido fijar el ecuador de una temporada como el punto de inflexión para decidir si sigo o me bajo del carro y así evitar perder más tiempo del necesario como me pasó con la propia 'The Following', de la que llegué a ver su primera temporada al completo. Por eso,
tras el 1x06 de '24 Legacy' decidí archivarla indefinidamente. Sin embargo, justo leí que al capítulo siguiente era cuando iba a tener lugar el regreso de un viejo conocido de '24' y no era el de uno cualquiera precisamente. Por ese motivo desarchivé la serie... aunque sólo por un par de capítulos más.
Definitivamente he acabado con '24 Legacy'.
Siete capítulos de margen hasta tirar del gancho de la vuelta de un viejo conocido de '24' parece tiempo más que suficiente para que la serie hubiera hecho los deberes y entrara en su segunda mitad con un revulsivo añadido para darlo todo en la recta final. Sin embargo, el nuevo regreso de ese personaje sólo servía para evidenciar aún más que
nada encaja correctamente en el engranaje de '24 Legacy'. Jack Bauer tuvo sus días malos (especialmente aquel nefasto sexto), pero nunca cruzó la barrera de derivar en una comedia involuntaria y una serie aburrida. Algo que su sucesora ha logrado pasadas apenas unas horas desde que su cronómetro azul echara a rodar.
En el arranque de la primera temporada de '24', Jack Bauer tiene que evitar el asesinato de un candidato a la presidencia a la vez que rescata a su hija secuestrada, lidiando con todo tipo de contratiempos insuperables. Por su parte,
Eric Carter debe detener a un grupo de terroristas islámicos (¡una vez más!) que han intentado acabar con su vida después de eliminar al resto de su escuadrón militar, mientras esconde a su mujer en la banda de traficantes liderada por su hermano, el mismo al que le robó la chica que ahora debe proteger. Así de primeras, como que
Carter parte con una clara desventaja respecto a Bauer al tener que enfrentarse a un desafío que incluye un plan terrorista demasiado visto a estas alturas (ya no solo en '24', sino en la ficción americana en general), mientras que en el terreno personal la protección de su mujer sirve más de excusa para reavivar un triángulo amoroso que como generador de tensión. Eso sí, al final
Kim Bauer y Nicole Carter cumplen con el mismo rol, aunque nuevamente la trama en la que se ve envuelto Eric para salvar a su mujer sale perdiendo en la comparación con la de Jack. Por mucho.
Esta comparativa entre los protagonistas puede trasladarse también a la parte política de la historia.
David Palmer fue un personaje icónico porque era la primera vez que un personaje negro optaba a ser Presidente, pero también por los ideales y el carácter que tenía y de los que hizo gala siempre que pudo. Y si es verdad que
John Donovan cumple con un rol similar, en su caso siendo latino, a estas alturas supone poca novedad. De ahí que resulte estar casado con la que hasta ahora era la Directora del CTU y así ganar algo más de presencia. En teoría al menos, pues en la práctica ambos personajes son llevados por senderos inverosímiles, previsibles y, en realidad, poco relevantes.
Muchas son
las razones por las que pienso que '24 Legacy' hace buena a la peor '24'. Ni un personaje resulta interesante y hay unos cuantos que son tan planos que se limitan a cumplir con su rol profesional y ya. Tampoco ayuda que
las actuaciones de medio reparto sean muy deficientes. Por no salvarse no lo hacen ni Miranda
Otto, Jimmy Smits o el siempre solvente Gerald McRaney, los tres principales
cabezas de cartel. En cuanto al recambio de Kiefer Sutherland como
protagonista de la función,
Corey Hawkins no brilla aunque le pone ganas, pero interpreta un personaje al que poco o nada se le
puede rascar.
Carter es un héroe con mejores intenciones que acciones y que tras ocho episodios no ha protagonizado ningún momento de gloria, más allá de dejarse la piel por cumplir con su cometido en el tinglado en el que se ha colado.
La trama principal es un deja vu constante. Consecuencia de plantear unas tramas poco novedosas y que envuelven a un
grupo de personajes sin conflictos potentes.
La serie parece rodada antes que la última entrega de '24', aquel más que
digno entretenimiento que fue 'Live Another Day' hace 3 años, donde al menos se aprovechó el paso del tiempo para modernizar la acción con el uso de drones. En 'Legacy' la tecnología juega un papel importante como no podría ser de otra manera en el universo de '24', pero porque a los terroristas se les ha dañado un USB y tienen que arreglarlo. Una de las tramas más ridículas y gratuitas que he visto en mucho tiempo y que es para no dar crédito a medida que avanza. Un hecho que pone en evidencia tanto el nivel de los villanos de la contienda como el de su plan maestro.
'24 Legacy' ni siquiera saca partido a dos de los elementos más característicos de '24': la tensión creciente de los minutos finales que dan paso al cliffhanger de turno y los tiempos de transición entre las diferentes tramas abiertas en simultáneo. Durante estos ocho capítulos sólo ha habido un momento en el que la serie me hizo creer que podría estar ante un digno entretenimiento: el final del 1x02.
Un buen cliffhanger, pero pésimamente resuelto: el protagonista no hace nada y es rescatado. Un recurso que se ha repetido hasta en tres ocasiones (en las que el protagonista podría haberse lucido si le hubieran permitido actuar en vez de esperar). Con lo que he perdido la cuenta es con
la de veces que la serie se ha desfasado en los tiempos de transición, especialmente tras la vuelta de publicidad. El premio al descaro se lo entrego al momento en el que dos personajes quedan en el metro y pasan nueve minutos hasta que uno de ellos cruza de un vagón a otro después de decir que estaba listo. Otro gran momento tuvo lugar en el 1x08 cuando era de día, cuatro minutos de publicidad después, y de repente ya era de noche cerrada.
'24 Legacy' partía como
la gran novedad de FOX para esta
mid-season (sin contar la vuelta de 'Prison Break'), estrenándose ante 16 millones de espectadores gracias a emitirse después de la Super Bowl. Sin embargo, durante su andadura no está dando la talla y el público americano le ha dado la espalda: anda más o menos estabilizada en torno a los 3,5 millones y un 0.9 en demográficos.
Malos resultados que hacen poco probable que renueve por una segunda temporada. Algo que queda más claro tras leer
estas declaraciones de Dana Walden, CEO de FOX. La misma que una vez disparada y desperciada la bala del
reboot, seguro que ya estará meditando volver a tentar a un Kiefer Sutherland que prefirió ser Presidente en 'Designated Survivor' que pasar un nuevo día para no olvidar en la piel del personaje de su vida. Una decisión que espero que el actor se replantee en el futuro aunque eso suponga estar hasta el infinito y más allá lidiando con rumores sobre si volverá o no a interpretar a Jack Bauer. Todo sea porque este personaje icónico por fin pueda tener el final que se merece. Y ya de paso,
salve a una marca sin futuro a día de hoy.