Las cancelaciones de ‘The Get Down’ y ‘Sense8’ sientan dos precedentes que marcan un cambio de rumbo sin retorno en la estrategia de ficción original de Netflix y la percepción generalizada que se tenía de ella. Que vaya por delante que ni he visto ninguna de estas dos series ni tenía pensado hacerlo, pero sus cancelaciones me parecen igualmente muy importantes por lo que implican. Por primera vez, Netflix tira de la guadaña para dejar una de sus series originales sin segunda temporada y otra con el cartelito de “incompleta”. Todo ello en menos de una semana. Dos casos que tiran por la borda casi todo lo que escribí hace justo un año en “la guadaña de la cancelación no existe para Netflix”:
Netflix presume de ser una televisión diferente que no se rige por las mismas normas que las tradicionales y lo intenta demostrar en cada paso que da, sobre todo en lo que respecta a su ficción original. De ahí que esté cuidando la imagen de marca de su etiqueta "original" a base de una simple cuestión de confianza a corto/medio plazo en el producto, que a su vez también se traduce en una garantía para los usuarios de la plataforma: empezar una de sus originales sabiendo que no te quedarás tirado a mitad de camino. Un nivel de seguridad que desaparecerá el día que recurra a los servicios de la guadaña de la cancelación. Ese día no importará que haya renovado 20 series anteriormente, sembrará la duda de cara a sus futuros estrenos y dinamitará la confianza ganada entre sus suscriptores. Esto, evidentemente, a Netflix no le interesa lo más mínimo. Además, no tiene ningún tipo de necesidad de hacerlo, ya que le conviene disponer de series completas en su catálogo. A fin de cuentas, entre una incompleta y otra con el lazo puesto, la mayoría elegirá antes la finalizada que la cancelada. Mi apuesta es que Netflix irá poniendo fin a sus originales con el paso de las temporadas pero que no cancelará ninguna abruptamente.
La cancelación de ‘The Get Down’ es remarcable por el mero hecho de ser la primera vez que una original de Netflix no renueva por una segunda temporada, pero se trata de una decisión justificable (y hasta entendible) después de todo lo publicado en torno al culebrón detrás de las cámaras y el sobrecoste de su producción. Motivos por los que terminó convirtiéndose en la serie más cara de la televisión. Las primeras noticias dejaron caer que tenía un presupuesto de 12 millones de dólares por capítulo (144 millones en total), pero las últimas dispararon esas cifras hasta los 16 millones (casi 200 millones en total). Un auténtico pastizal que marcaba un retorno de la inversión demasiado alto como para que los números cuadrasen. Y, por lo que se intuye, parece haberse quedado muy lejos de poder cumplir con esas expectativas a niveles de buzz mediático, recepción crítica y, sobre todo, atracción de nuevos suscriptores. Además, por lo que tengo entendido, el final de su primera temporada pasa perfectamente como desenlace cerrado.
El caso de ‘Sense8’ es diferente y eso que también es una de las series más caras de la plataforma hasta la fecha. Por lo visto, rondaba los 9 millones por capítulo, casi el doble que 'House of Cards' y 'Orange is the New Black'. A lo que hay que sumar una compleja tarea en las tres fases de su producción, incluyendo rodar en los cinco continentes. Sin embargo, lo que diferencia su caso con el de ‘The Get Down’ es el hecho de que vaya a quedar incompleta. Lo que ha generado la indignación de sus seguidores. Y con razón. Se suponía que Netflix no era como el resto de jugadores de la ficción original que cancelan series porque los números no cuadran. Se suponía que empezar una original suya garantizaba no quedarse tirarse a mitad del camino. Hasta ahora.
Entre ambas cancelaciones, Reed Hastings, CEO de la compañía, lanzaba estas declaraciones (traducción vía Las Horas Perdidas): “Tenemos un ratio de éxito muy alto. Así que hemos cancelado muy pocos shows. Siempre presiono al equipo de contenidos: Tenemos que tomar más riesgos, tenéis que probar más cosas locas. Porque deberíamos tener un ratio de cancelación más alto". En realidad, Hastinga lanzó este comentario tan solo un día antes de conocerse el guadañazo a ‘Sense8’, es decir, sabía lo que se avecinaba. Tras leerle, pensé que se refería a finalizar más series que a cancelarlas de manera literal, siguiendo la línea de lo acometido con ‘Hemlock Grove’, ‘Marco Polo’ o ‘Bloodline’. Pero no. Y esas declaraciones y el precedente sentado por ‘Sense8’ siembra la duda a partir de ahora. La misma que se cierne sobre cualquier serie emitida por cualquier televisión tradicional y que por culpa de las audiencias acaba metida en la burbuja de la cancelación.
A partir de ahora, cuando pase un tiempo desde el lanzamiento de una nueva serie o de la última temporada de una de veterana de Netflix, y no llegue el anuncio oficial de su renovación, empezará el run run en torno a su continuidad. La tranquilidad de empezar una serie original de Netflix sabiendo que nunca la cancelará para no dejarla incompleta ya es cosa del pasado. Y, como no he parado de leer desde ayer, ¿ahora quién rescata las series que son canceladas en el sitio al que miraba todo el mundo cada vez que una serie era cancelada?
Las cancelaciones de ‘Sense8’ y ‘The Get Down’ marcan un cambio de rumbo sin retorno para Netflix
Publicado por
Diego del Pozo
On
junio 02, 2017
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Es verdad que el coste de la serie es bastante elevado, pero joee que lo planifiquen de otra manera. Lo que no nos pueden dejar de esa manera, y más con ese final de temporada que daba para una tercera bastante buena.
El otro día cuando era TT renovación de Sense8, mi pensamiento era : si la van a renovar, para que tanta angustia. Pues toma sorpresa.
En fin, mucha rabia ya que era una serie maravillosa en todos los sentidos y con grandes personajes.
Nuria, siempre es una faena que te cancelen una serie que te gusta mucho, pero todavía lo es más cuando pasa de una manera tan inesperada como en el caso de Sense8.
Vista la polvareda que ha levantado esta cancelación en las redes sociales, no descarto que Netflix de marcha atrás y por lo menos prepare un final en forma de tv-movie para no dejarla incompleta. Tendría sentido visto lo visto, pero igualmente me parece complicado por cuestiones presupuestarias y logísticas, las mismas que parecen estar detrás de su sentencia.
¡Saludos!